O3.

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-¿Qué haces aquí?

-Oh, buenos días también para ti Jiae. ¿Cómo estás? Pues yo bien, gracias por preguntar.

Jiae rodó sus ojos y próximo a ello soltó una pequeña sonrisa antes de abrazar a su mejor amigo. El cual aceptó gustoso dicho gesto, la verdad es que la había visto hace nada, pero la extrañaba en creces, quizás se deba a que ambos viven pasándola juntos y pocas veces son las que se separan. 

-Lo siento, es que me sorprende verte por aquí-en un pequeño murmullo, Jiae le responde-. Ya sabes, todo el mundo está encerrado en su hogar, nadie sale. 

-Bueno, de eso doy fe, cuando venía apenas y se veían personas merodear. Diría que se tratan de los mismos que buscan incansablemente a esos lobos-TaeHyung responde econgiéndose de hombros.

-Sé que lo que sucedió es una desgracia y me lamento mucho por los padres de ese adolescente, pero no creo que ganen algo cazándolos-Jiae rápidamente siente la intensa mirada de TaeHyung sobre su cuerpo y suspira-. No me mires así.

-¿Así como?

-Tan así, tan tú-ambos amigos se sostuvieron la mirada por varios segundos antes de soltar una pequeña risa-. Ven, pasa. 

TaeHyung es tironeado desde su chamarra y prontamente siente el calor familiar del hogar de Jiae. No está de más decir que siempre le gustó dicho ambiente, además su abuela lo quería como si fuese un nieto más y todo se volvía más ameno. 

Sí, le gusta pasar tiempo en la casa de su mejor amiga. Y viendo que sus clases fueron suspendidas por este acontecimiento, decidió darse un tiempo y verla, como dijo, la extraña cuando no puede sentirla a su lado, algo extraño e intenso para él, pero lentamente fue acostumbrándose a dicho sentimiento. 

-¿Cómo dejaste que tu madre te dejará salir? 

-Le he rogado alrededor de media hora, le prometí que no me movería de aquí y volvería antes del anochecer-TaeHyung responde encogiéndose de hombros-. Sé que confía en que tu abuela no me dejará salir así como así, porque vamos, ¿en mí? En mí apenas y me confía la cocina. 

Jiae suelta una pequeña risa, la verdad es que TaeHyung era un caso un tanto especial y podía entender perfectamente a su madre, aún así, agradece demasiado el que haya decidido visitarla. Pues su mente no dejaba de reproducir aquellas imágenes en dónde ella era salvada por tres animales. 

Esos tres lobos que ahora están buscando para cazarlos y hacerlos desaparecer de la faz de la tierra. Y pueden llamarla loca, pero siente que ellos no han sido los causante del triste final que tuvo el joven que hoy en día, ya no se encuentra entre ellos. 

-¿Crees que ya los han cazado?- repentinamente pregunta atrayendo la atención de TaeHyung.

-¿Qué?

-Lo que escuchas, ¿crees que ya los han cazado?-temiendo a la respuesta, Jiae se da vuelta para observar a su amigo.

TaeHyung mantenía una expresión seria y la verdad es que no sabía descifrarlas. Siempre le pareció una incognita. Una muy bonita incognita. 

-No lo sé-finalmente dice-. Aunque si eso hubiese sucedido, supongo que ya lo sabríamos. Estoy seguro que lo sacarían a relucir en cuanto tengan oportunidad.

Es cierto, él tenía razón. Pues cuando fuesen cazados seguramente hasta los noticieros locales darían aviso de tal hecho y eso es lo que ella no quiere ver y tampoco escuchar. Porque sabe muy bien que algo dentro suyo se estaría rompiendo ¿y la verdad? No quiere que eso pase.

W o l f. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora