Sus piernas duelen, todo el cuerpo en realidad, pero aún así no se podían permitir descansar hasta no alejarse por completo del bosque. El lugar que antes los acobijaba y protegía de los demás humanos ahora estaba siendo invadidos por éstos en la busca de ellos como si fuesen la peor peste del mundo entero.
Aún transformados, los tres lobos corren a ciegas ya que sus sentidos se encontraban un poco débiles a causa de tanto esfuerzo. Porque sí, luego de haberse enfrentado a los tipos, de los cuales algunos salieron heridos, fueron perseguidos por otros que lograron herir a Jeongin con un disparo, la bala rozó su lomo causándole un dolor insoportable pero que, como de costumbre, eso no lo mataría, pero sí lo debilitaba de muchas formas posibles. Por ende, el menor de los hermanos ya no tenía casi fuerzas y apenas corría.
"No puedes caer aquí, Jeongin. Tus hermanos te necesitan y creéme, no querras estar en las manos de esos estúpidos humanos que los han sentenciado a muerte por un error".
Jeongin suelta un gruñido bajo cuando cree que puede caer allí mismo, y si eso sucedía, sería muy peligroso tanto para él como para sus hermanos. Pues terminaría cediendo por completo a Canis y volver a ser un humano se le dificultaría el doble, además, perdería sus sentidos algo que no quiere ya que atacaría a JungKook y Jaemin sin piedad alguna. No los mataría, pero sí los dejaría demasiados heridos hasta agonizar por varios días. No.
Él no planea eso.
Saliendo de sus pensamientos, prontamente Jeongin siente como la luz de la luna se vuelve aún más brillosa, los árboles no la tapan completamente y ruidos extraños pero que ha escuchado una que otra vez perforan su audición.
Entonces cae en la cuenta de que ya no están en el bosque, sino...
Sino en la civilización, eso lo asustó de sobremanera, pues había cosas raras andando por las calles que ya no eran de tierra, sino de un aspecto extraño y algo frías ante su tacto sensible.
Él quiso frenar en medio de éstas, pero un gruñido de advertencia le hace saber que no podía quedarse allí, pues JungKook se encargó de advertirle. Sí, con tan solo un gruñido su hermano lo hacía cumplir las cosas.
Siguiendo con su correr, puede escuchar algunos gritos agudos, parecen ser más personas y no se equivoca porque en cuanto sus ojos se fijan en Jaemin, éste parece estar estático frente a dos chicos que se alejaban de él como si Dios estuviese esperándolos.
Y la verdad es que no lo culpa, él también comenzaba a sentirse en apuros por el simple hecho de estar en un lugar desconocido, ya nada es como antes, todo ha cambiado y ellos fueron parte de dicho proceso pero al cual nunca se adentraron, hasta ahora, claro está.
"¡Sigue a tu hermano, Jeongin!"
Su canis lo alertó y divisó a JungKook correr entre medio de las sombras y algunas otras personas que parecían de piedra al verlos pasar. Entonces no tuvo más opción que seguir a sus mayores.
Nuevamente, gritos, pedidos de ayuda e insutos a ellos lo animaban a seguir corriendo por más que esté cansado y exhausto.
No sabe cuanto tiempo se encuentra corriendo, solo notó como sus hermanos se escondían en un lugar totalmente oscuro haciendo que él también vaya por mismo destino. A paso lento, Jeongin dejó de correr y allí los vió.
JungKook y Jaemin se habían desplomado con sus respiraciones agitadas y un poco érraticas, al parecer estaban a salvo por un momento, por ende, Jeongin poco a poco fue tirándose y con solo cerrar sus ojos sintió como todo su cuerpo se tensionaba hasta hacerlo soltar un quejido de dolor.
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W o l f.
Fanfiction"Son bestias, bestias amigas del mismo diablo. Nadie quiere tenerlos cerca, son una abominación, casi parecidas a un demonio. Tan sólo hay que ver sus ojos cargados de sed por sangre, la muerte los acompaña y nadie puede salvarse si están a tu alred...