El silencio los rodeó por los siguientes minutos hasta que la herida dejó de sangrar. Mumyeong limpió su daga con un paño y la envolvió, guardándola entre sus ropas como que si no sintiera el ardor que le causaba la herida.
Jihwa se quedó quieto, respirando lentamente, sintiéndose un poco mareado por la forma en que su corazón latía pero se obligó a acercarse, sintiendo la curiosidad arder. Se arrodilló frente al general y agarró su mano herida con sus dos manos, haciéndolo abrir los dedos para ver.
El corte no era tan profundo, seguramente para no volver su mano inutilizable pero si era una herida fea que probablemente dejaría una cicatriz. Una cicatriz permanente.
Las manos de Jihwa casi empezaron a temblar ante ese hecho pero se controló, apretando un poco los dedos de Mumyeong hasta que la sensación pegajosa lo trajo de vuelta. Su mano se había manchado con un poco de sangre.
Jihwa sintió que volvía a respirar al notar, siguió la mancha roja que ahora había en sus dedos y volvió a mirar la herida antes de seguir mirando la mano del general. Mumyeong tenía pequeñas cicatrices y callos, seguramente por su arduo entrenamiento con la espada. Su color era oscuro y se veía más tosco comparada con sus manos finas, blancas y delicadas pero estaban calientes.
Si solo vieran las manos, las personas pensarían que él era el noble y el general el plebeyo. Tal vez si no hubiera tenido status Mumyeong sería un caza recompensas.
Alzó su mirada hacia los ojos del noble y se preguntó cómo serían sus vidas si el hogar donde nacieron se hubiera intercambiado. Jihwa no podía imaginarse como un noble capaz de luchar las guerras, él sin duda sería de los nobles que toman té mientras opinan de la política.
Ahogó una sonrisa irónica al pensar en eso y luego volvió su mirada hacia la mano herida de Mumyeong para luego mirar su mano sana, haciéndolo voltearla para ver sus palmas. No había cicatrices pronunciadas.
⸺ ¿Dónde está la cicatriz de tu promesa al príncipe ascendido?⸺ Preguntó al fin notando que no había ninguna cicatriz lo suficientemente grande como para ser una promesa.
Recordaba los rumores.
Mumyeong se había puesto del lado correcto. El príncipe que había apoyado se había vuelto emperador.
⸺Una cicatriz hubiera sido demasiado obvia.⸺ Mumyeong habló lentamente y apartó su mano con cuidado. Jihwa lo vio ignorar el dolor mientras llevaba sus manos hacia su hanbok, desatándolo para abrir la ropa un poco pero, impresionantemente, no manchó su ropa de sangre.
Pero Jihwa apenas notó eso antes de notar lo que señalaba. Sobre su pectoral izquierdo tenía una cicatriz pero se mezclaba con las otras cicatrices, sin llamar la atención.
Jihwa se inclinó hacia atrás sintiendo algo de calor en el rostro, mirando como volvía acomodarse la ropa. Sus ojos deberían concentrarse en la cicatriz ya casi imperceptible pero no pudo evitar mirar un poco más.
Ya sabía que el general estaba perfectamente construido pero, por alguna razón, se sintió algo nervioso.
Las cosas serían más fáciles si Mumyeong hubiera sido un hombre feo.
⸺Uhm.⸺ Se levantó y frotó sus manos mientras trataba de escapar de esa sensación hasta que notó que solo estaba esparciendo la sangre que aún no se había secado. Frunció ligeramente el ceño e iba a limpiarlas en su pantalón pero el general fue más rápido, Mumyeong agarró su muñeca para detenerlo, rodeándola fácilmente con su mano sana.
El agarre era firme y Jihwa no pudo intentar escapar antes de que Mumyeong lo limpiara con su manga, teniendo cuidado de no dejar ninguna mancha en ninguna de sus dos manos, manteniéndose él mismo con una rodilla en el suelo.
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Insolente
FanfictionLos nobles no daban su dinero por "nada". Au invertido Mumyeong/Jihwa. Noble!Mumyeong, Plebeyo!Jihwa