"Rivalidad y Romance: Un Potter y una Granger"

-El Troll en el Baño-

El primer día completo de clases en Hogwarts comenzó con una cálida luz dorada que se filtraba a través de las ventanas del Gran Comedor. El bullicio de los estudiantes y el aroma de la comida creaban un ambiente vibrante. Gareth James Potter, mellizo de Harry Potter, estaba particularmente emocionado por el día que tenía por delante. A pesar de los nervios típicos del primer día, Gareth estaba decidido a disfrutar de cada momento.

Harry y Ron ya estaban en la mesa de Gryffindor, rodeados de comida. Gareth se unió a ellos, su plato lleno de gachas, tostadas y bacon.

—¡Buenos días, Gareth! —exclamó Harry mientras vertía leche en su tazón. — ¿Listo para el día completo de clases?

—Más que listo —respondió Gareth, tomando un trozo de tocino. — Aunque tengo un pequeño nudo en el estómago. Es raro sentirse tan nervioso.

Ron, que estaba masticando un panecillo, lo miró con una sonrisa burlona. — No te preocupes, Gareth. Solo asegúrate de no hacer demasiado el tonto en clase. Aunque, si es como el tren, estoy seguro de que tendrás a Hermione y a todos los demás entretenidos.

Harry se rió. —Sí, y no olvides que todos nos fijamos en cómo te las arreglas con Hermione. Parece que te has convertido en su compañero de bromas.

Gareth se encogió de hombros, con una sonrisa traviesa. — Solo trato de mantener el ambiente ligero. Además, creo que Hermione tiene un gran sentido del humor. No me vendría mal un poco de compañía en ese aspecto.

Después del desayuno, el grupo se dirigió a su primera clase del día: Pociones. Hermione estaba ya en el aula, revisando sus notas. Gareth vio la oportunidad y se acercó a ella con una sonrisa juguetona.

—¡Buenos días, Hermione! —dijo Gareth, tomando asiento a su lado. — ¿Preparada para un día lleno de magia?

Hermione levantó la vista de sus pergaminos, sonriendo. —¡Hola, Gareth! Sí, estoy lista. Aunque, si te refieres a magia en el sentido amplio, no sé si estoy preparada para tus bromas.

—Oh, confía en mí, mis bromas son parte del espectáculo —respondió Gareth con una sonrisa traviesa. — Pero prometo mantenerlas en un nivel manejable... al menos por ahora.

La clase comenzó con el profesor Snape explicando las pociones básicas. Gareth, decidido a mantener la conversación animada, se inclinó hacia Hermione.

—¿Sabías que la poción tiene un truco especial? —preguntó Gareth mientras hacía levitar una pluma debido al aburrimiento.— Es como un pequeño baile con la varita.

Hermione lo miró, divertida pero concentrada. —Sí, he leído que la precisión es clave. Aunque creo que prefiero ceñirme a las instrucciones del libro para no hacer un desastre.

Gareth se acercó un poco más, bajando el tono. — ¿Y si te digo que podríamos hacer el hechizo más divertido? Podría enseñarte algunos trucos especiales que he aprendido.

Hermione rió suavemente, aunque no captó del todo la insinuación. —Lo que sea que hagas, asegúrate de que no involucre un desastre en el aula.

Harry y Ron estaban en la mesa contigua, observando la interacción con interés.

—Mira cómo Gareth está intentando ser el centro de atención —dijo Ron con una sonrisa burlona. — Apuesto a que Hermione no tiene idea de lo que realmente está intentando.

Harry asintió, riendo. —Sí, parece que Gareth está tratando de impresionar a Hermione con más que solo su magia. Aunque Hermione lo está tomando con mucho humor.