Mary Donaldson; construyendo a una reina

Brisa marinera

Mary: Hola! Hoy por la tarde estaré libre, ¿recorrida por Sydney ?

Federick: Si! Envíame tu dirección y pasaré por ti a las 13 p.m

Mary: Genial! Aquí está Sydney St 789 en el distrito de Artarmon.

Federick: Genial ! Ahí estaré!

A pesar de la emoción, Mary se mantenía muy tranquila leyendo su mensaje  hasta que recordó
-¡Cielos! que debería ponerme - pensó en voz alta con un poco de preocupación.
-Ya lo resolveré -pensó para si misma.
Para esta occasion eligió un jean blanco con un simple cinturón y una camisa blanca muy simple, continuo arreglándose hasta que escucho a su padre gritarle bajo las escaleras -Mary te buscan aquí abajo

-Pronto iré padre -respondió un poco nerviosa.
Termino de arreglarse lo más pronto posible y bajo a su encuentro.

Mientras abría la puerta miles de pensamientos pasaron por su cabeza, estaba ansiosa y emocionada, pero quería sobrepensar las cosas.

-Hey, ¿como has estado? -escucho segundos después de abrir la puerta-

-Bien, tu ? Debemos irnos -dijo Mary un poco preocupada mientras cerraba la puerta y se dirigía al frente de su casa -O perderemos el tren.

-¿tren ? -exclamó Federick intrigado.

-Si, ¿no creíste que te llevaría a los lugares que cientos de personas acuden ? -bromeó-

-Fantástico, ¿a dónde iremos primero ?

-Lo verás cuando estemos ahí -exclamó Mary-

Caminaron un largo rato hasta llegar al puerto.
No había mucha gente, solo algunos trabajadores haciendo el mantenimiento en algunas embarcaciones.

-Este es el puerto, es más lindo por la noche, cada embarcación prende sus luces y...es muy lindo -dijo mientras caminaba y se frenó en seco frente a un barco-

-Si que es muy lindo ¿Qué haces ? -exclamó Federick intrigado-

Mary puso un pie en el barco que se tambaleaba
-¿vienes ?

-Por supuesto que si -dijo emocionado-

La embarcación era pequeña, con una pequeña cabina, y un pequeño pero cómodo espacio para estar tranquilos.

-¿Sabes cómo se maneja esto ? -exclamó Federick-

-Si...creo...espero que si

-Ahora lo veremos

Para su suerte, Mary logró encender el motor y poner en marcha el barco...barquito.

-Ves, ¡si pude ! -dijo emocionada-

Luego de un rato navegando llegaron a un punto donde podían ver gran parte de la ciudad de Sydney, podían ver los edificios y la gente caminando.

-Guau, ¿cómo conoces este lugar ? -exclamó Federick mientras se sentaba en unos pequeños sillones y miraba hacia la ciudad-

-Mi padre solía traernos, solíamos tirarnos al mar desde aquí con mis hermanos, incluso hacíamos picnics -dijo mientras dejaba el timón y se sentaba frente a Federick-

-Es realmente increíble -exclamó emocionado-

-Si que lo es. ¿Así que eres un príncipe de verdad ? -dijo intrigada-

-Si, lo soy. -exclamó mientras se recostaba en el sillón -Pero no es tan divertido como crees.

-¿Qué crees que pienso ? -exclamó Mary en tono burlón.

-Bailes, fotografiar , portales, recorrer países viendo sus increíbles paisajes, portar un uniforme, coronas...

-No tenemos príncipes aquí, pero créeme, no creo eso -lo interrumpió-

-Es solo que...a veces puede ser agotador, no tienes muchos amigos, es muy difícil hacerlos, no tienes tiempo, y demasiadas obligaciones. Toda tu vida ya está escrita en un papel, no puedes ir contra eso.

Mary asintió con la cabeza.

-Lo siento, debo estar aburriéndote con esto.

-No no, está bien. Todos a veces nos sentimos abrumados.

-Si es...agotador -suspiro como agotado-

-¡Mira!, un tiburón -exclamó Mary señalando hacia detrás de Federick-

-!Donde! -Gritó Federick mientras saltaba hacia al lado de Mary-

-!jaja! -Mary rio a carcajadas por un buen rato -deberías ver tu cara.

-No es gracioso -exclamó Federick, aún agitado-

Los escoltas que los seguían desde otro bote se pararon preocupados, hasta que Federick les dio una señal de que estaba bien.

-Mira dijo Mary -acercándose al sillón que estaba frente a ellos -está ahí, ven, es pequeño, no es peligroso -exclamó muy segura de sí.

Federick cuidadosamente se acercó a el sillón, sentandose al lado de Mary.

-Es uno pequeño no podrá hacernos daño -exclamó Mary-

La marea empezó a picarse haciendo que el barco, de repente con el movimiento del barco, Federick cayó sobre Mary, dejando sus rostros muy cerca, su aliento se mezcló y el aire se puso caliente y pesado. No había palabras para la pasión. Entonces esa tarde, con la brisa golpeando sus rostros, Federick besó a Mary, y fue glorioso.

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