Una nueva mañana dio inicio en las tierras pertenecientes a Japón, con el Sol naciendo y saliendo desde el horizonte, iluminando a todos los habitantes de este próspero país, provocando que alguno que otro rayo de su majestuosidad traspase algunas cortinas que impedían su paso, logrando alcanzar a molestar el sueño de los más cómodos durmientes y causando su pronto despertar.
De esta forma, la estudiante de tercer año, Ai Kamiya, abrió los ojos, con los molestos rayos del Sol golpeando sus ojos, metafóricamente, y despertándola del hermoso sueño que tuvo toda la noche, al final del mismo día en que recibió una noticia que a cualquier apasionado por el deporte le bajaría el autoestima, los ánimos y las ganas de seguir ese sueño. Sin embargo, ver a su amigo de la infancia y única amistad real en el mundo, le hizo olvidarse por completo el Voleibol y optó que, por los próximos dos meses, aprovechará para pasar todo el tiempo que pueda al lado de T/N, sin la intención de causarle molestias o incomodidéz.
Kamiya: "No fue un sueño... Je..." -dijo feliz al recordar el momento en que vio a T/N en la oficina del director.- "Ahhh~... Se ha vuelto más guapo..."
Sí, no le avergüenza pensar y expresarse de esa manera de su amigo de la infancia, y eso se debe a que, hace mucho tiempo atrás aceptó los sentimientos que tiene por él, y esperó lo suficiente para volver a verlo, y vaya que valió la pena. Todo el tiempo que se dedicó al Voleibol y al club referente a ese deporte, pensó varias veces en volver a verlo, preparó reacciones y hasta actuó frente al espejo la manera en que lo recibiría el día que él regresara a Japón. A pesar de practicar, la realidad terminó venciendo a la ficción que su mente le había hecho creer, intercambiando su imaginación por un recuerdo que jamás borrará por nada en el mundo.
Tras asearse, tomar su desayuno y preparar sus materiales didácticos para la escuela, partió de su morada rumbo hacia la preparatoria a la que fue inscrita desde primer año, siempre con la ilusión de ir al lado de su amigo de la infancia. Y, ahora que lo mencionamos en este párrafo, justamente acaba de aparecer en una esquina, provocando que el día de Kamiya mejore en un 1000%.
Kamiya: "¡¡T/N!!" -gritó y corrió hacia el chico.
Al voltear para ponerle atención a su amiga, fue sorprendido con un fuerte pero cariñoso abrazo de parte de su, a partir de hoy, estudiante particular. Recibir un abrazo no enojaría a nadie, menos si te lo da tu amiga, ese fue el pensamiento que apareció en la mente de T/N para aceptar el afecto y responderlo rodeando con sus brazos el torso de su melosa Kamiya Ai.
T/N: "Buenos días, Kami-sama, ¿qué tal amaneciste hoy?" -le saludó debidamente tras separarse y dejarla en el suelo, puesto que la levantó un poco en el aire producto del gesto afectuoso.
Kamiya: "¡Tuve un sueño genial, y estabas ahí!" -contestó más que contenta.
T/N: "Me alegra saberlo, ¿me lo podrías contar de camino a la escuela?"
Kamiya: "¡Claro!" -respondió alegre, abrazando el brazo derecho de T/N y apegándose, causando que sus senos provoquen cierta reacción fisiológica que nuestro protagonista pudo controlar con éxito.- "¿Vamos?"
T/N: "S-Sí..."
Tratando de acostumbrarse al suave tacto de su amiga, T/N y Kamiya caminaron todo el trayecto pegados, incluso al subirse y bajarse del tren, yendo siempre a paso tranquilo y sin apresurarse. Inclusive, al entrar a la escuela, muchos estudiantes, tanto varones como damas se les quedaron viendo shockeados, admirando con recelo el afecto que Kamiya le estaba brindando a T/N al todavía mantener su busto pegado al brazo del avergonzado chico.
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Ai Kamiya x Lector
FanfictionLa clásica historia de una jugadora de voleibol que reprobó sus últimos exámenes académicos y, para continuar en el equipo y participar en el próximo torneo interescolar, deberá estudiar, alejarse del club de Voleibol y recibir las tutorías de un co...