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Narrador:

Dos chicos híbridos se encontraban encima de un auto ajeno tomándose una selfie ya que el carro les había parecido costoso y elegante. Mientras los dos jóvenes distraídos solo soltaban carcajadas por las cosas graciosas que se decían entres ellos, dos hombres de unos treinta años aproximadamente cada uno se encontraban observandolos a unos metros de ellos. Los chicos después de haberse tomado la foto y haberse reído un poco se dispusieron a irse, pero lo que no sabían que unos veinte hombres armados iban a salir de un callejón y junto a ellos se encontrarían a los dos hombres. El menor de los híbridos se llamaba Quackity, él al ser el más pequeño muy rápido empezó a llorar y enseguida levantó las manos como si fuera un ladrón atrapado por el policía, en cambio el mayor de los dos se encontraba un poco más tranquilo, al igual que Quackity, Rubius también levanto sus manos, lo que este no dejó caer ni una sola lágrima, lo único que podía hacer era sudar porque él se encontraba nervioso por lo que le podía pasar a su amigo más pequeño, ya que Quackity solamente tenía dieciséis y él en cambio tenía veintitrés. No pensaba que le hicieran nada malo. Pero Rubius no pensó bien.

Pov Quackity:

Estaba nervioso, habían aproximadamente veinte armas apuntando hacia mi y a mi amigo Rubius, aunque él se notaba mucho más tranquilo igual te podías dar cuenta de que estaba nervioso. Había un silencio abrumador, así que me decidí hablar con lágrimas en los ojos:

-Por-porfa-porfavor dejenos les juramos que no hemos hecho nada de-deje-dejenos porfavor-. Estaba muy triste quería que esos malditos hombres que estaban frente a frente con nosotros les dijeran a los armados que bajara la pistola.

- Quackity tranquilízate, estaremos bien solo debemos preguntarles que hicimos y ya después averiguamos que hacemos-. Mi querido amigo Rubius se acercó a mi oído para poder decírmelo.

- Haber malditos que hemos hecho para que nos apunten con una pistola-. Dijo Rubius, al ser un poco mayor es casi imposible asustarles con unas simples armas apuntando su cuerpo.

- Primero que todo me presento soy Vegetta, y segundo ¿ven aquel carro? -. Dijo señalando el carro dónde nos habíamos tirado la foto-. Pues es nuestro auto, y ustedes jovencitos lo acaban de destrozar y ensuciar, ¿saben cuánto cuesta un carro de estos?.

-No, no lo sé-. Era verdad no sabía cuánto costaba, tal vez serían diez mil dólares o algo parecido.

-Ese auto cuesta aproximadamente dos millones de dólares y por lo que veo ustedes dos ni reuniendo toda su vida lo podrán pagar-. ¿Era tan obvio que no tuviéramos ni un quilo?, pues la realidad es que si porque el hombre después de haber hablado menos de media hora se había dado cuenta de nuestro estado monetario.

-Y ni se piense que les voy a dejar que piensen en un método para devolverme el dinero-. ¿Qué quería decir ese hombre con lo del método?, ¿Tal vez tenía la idea de matarnos aquí mismo?, no lo sabía y eso me daba miedo así que solo esperé haber que decía a continuación.

-Juan va a tener nuevos amigos.

-¡¿He?!-. Dijimos Rubius y yo al unisono.

Narrador:

Los dos híbridos no pudieron decir ninguna otra palabra porque dos de los armados les pusieron un trapo en la boca y la nariz que los durmieron

¡Hay pobres jóvenes híbridos, no saben lo que les espera!

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Hola chicos y chicas, como están mis queridísimos lectores, espero que estén muy bien, primer capítulo, que tal quedó?, quiero saber si les gustó o no, espero que pasen un hermoso día y ...

BYE ★

Una broma que terminó mal [ Spruan - Rubegetta - Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora