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N.N

Nunca pense que Aquino tuviera hermanos siendo sincero. Nunca se tomo el tiempo de hablar de su hermanito, si Aquino era algo molesto ya me imagino como debe de ser su maldito hermano, solo espero y no me moleste y sea obediente, supongo que tendre que poner reglas cuando viva con el inutil hermano de Aquino, bueno quizas me sirva de algo pero mientras no me estorbe todo estara bien.

— Oye, ¿y por que nunca dijiste que tenias hermanos? — Pregunte, supuse que fue por privacidad o ¿algo? No lo se y no me interesa tanto que digamos solo queria asegurarme.

— Bueno, es verdad que nunca dije nada de mis hermanos ya que nunca fueron un tema del cual hablar aparte de que sabia que no te interesaria, tambien fue por-

Escuche dos voces infantiles por lo tanto voltee a ver, vi que se acercaban pero no hacia mi si no que al idiota de Aquino.

— ¡Hermanito! — Escuche que gritaba una de las mocosas, supongo que deben de ser cuatro entonces, si que los padres de Aquino no perdian el tiempo.

— Oh, ¡Tina! Mi niña.

Tina, que nombre tan . . . Mejor no opino. Vi como Aquino se levantaba del cesped y hice lo mismo solo que el pendejo se levanto solo para ir por las mocosas que venian hacia el. Rode los ojos y me cruze de brazos, que pateticos, agradecia ser hijo unico no soportaria estar cuidando a niños que dicen ser mis hermanos, agh ya me imagino lo molesto que debe ser.

Me quede viendo como se abrazaban, no era de mi gusto pero no tenia nada que hacer. Solte un suspiro pesado y camine hacia los tres saludando a las mocosas. A lo lejos vi a un chico ¿peli castaño? Lo vi de pies a cabeza, si tuviera un vestido lo confundiria con una mujer, se veia ridiculo, espero no sea el inutil con el que me casaria.

N.O

Un castaño salio a fuera del palacio con pasos lentos en busca de su hermano. Cuando ya se encontraba afuera, el aire provocaba que el cabello del de ojos bicolor se moveria. El sol llegaba a iluminar el rostro del castaño el cual se le dificultaba ver por eso. Dirigio su mirada hacia el jardin logrando ver a su hermano, una sonrisa se formo en su rostro y con pasos rapidos caminaria hacia el jardin.

— ¡Aquinin!

Grito a lo lejos el nombre de su hermano. Cuando piso el cesped empezaria a caminar a paso lento. El sol seria tapado por las blanquesidas nubes haciendo sombra en el jardin. Ya estando enfrente de su hermano mayor el de ojos bicolor le sonreiria.

— Soa, ¿necesitas algo?

— No, no, solo queria verte por ultima vez.

— Oh . . . ¿Ultima vez? Aah, verdad que te ibas a casar con Nat.

— ¿Nat?

Sintio unos pequeños brazos rodear su pierna, era una niña castaña con un vestido color morado, era un vestido simple pero lindo. El castaño vio a la pequeña y no dudo en cargarla para asi hablar nuevamente con su hermano.

— Si, Nat o Natalan.

— No pense que se conocieran tan rapid-

— Ya nos conociamos de antes, supongo que nunca hablo de mi, bueno Aquino tampoco hablo de ti, ni si quiera eres un buen tema de conversacion.

Dijo de manera seca un pelinegro el cual veia con disgusto al castaño. Este ni si quiera le dio importancia y solo lo ignoro aunque eso no evito que lo miro de la misma manera. Las menores se mirarian sintiendose incomodas por la situacion.

— Soa, puedes bajarme, Tinita y yo iremos a jugar a nuestras habitaciones.

— Claro Micti, vayan.

Bajaria a la pequeña, las niñas antes de irse le dieron un pequeño abrazo a los chicos al unico que no le dieron fue al pelinegro no les caia bien a las menores. Cuando las niñas se fueron, nadie hablo creando asi un silencio incomodo entre los tres, el de ojos color miel paso una de sus manos en su nuca con cierta incomodidad, nadie se atrevia a romper el silencio, el pelinegro y el castaños se veian con disgusto como si estuvieran viendo la cosa mas asquerosa del mundo. El oji-miel ya harto de que nadie hablara decidio marcharse queria volver con su marido e hijos. Sin despedirse empezo a caminar alejandose de los dos chicos que se miraban con odio los cuales ni si quiera se dieron cuenta que el castaño se fue. Cuando el de ojos color miel se marcho el castaño fue el que rompio el silencio.