—Daesung-ah. —la voz de mi amigo sonaba tan irreal, ajena a mi situación— Daesung, ¿sucede algo?
¡Era lógico que algo me ocurría! ¡¿Cómo podía ser tan estúpido para cuestionar?!
—¿Dae? ¡Responde de una maldita vez! —reclamó con voz ronca
—Largo. —indiqué tomando el aparato y guardándolo de nuevo en el bolsillo del abrigo. Trataba de guardar paciencia pero sabía que en cualquier momento explotaría.
—¿Qué? —suspiró pesadamente, el ambiente comenzaba a tornarse incómodo y yo deseaba esta vez, realmente, quedarme solo.
¡No quería tenerlo cerca! ¡Quería huir y abandonar todo!
—¡Que te largues Choi! —exclamé perdiendo poco a poco mi paciencia.
—¿Estás loco? —negó bruscamente mientras me tomó de los hombros para agitarme— ¿Qué tontería pretendes hacer?
—¿Qué? —le miré confundido y a la vez mareado— ¿Tratas de decir qué...? —chasqueé mi lengua y comencé a forcejear— ¡SI SERÁS ESTÚPIDO HYUNG! —vociferé molesto— ¡Lárgate, quiero estar solo!
—No, no lo haré. —respondió rápidamente— Dime, ¿qué es lo que viste en ese teléfono?
—¡Qué te importa! —me moví bruscamente en un inútil intento de separarlo y echarlo de mi hogar— ¡Vete!
Estaba comenzando a perder los estribos. Él se quería convertir en una molestia y eso no lo aceptaba. Deseaba sacar todo lo que llevaba dentro y sin previo aviso las lágrimas comenzaron a fluir.
Reí y lloré al mismo tiempo y un grito de dolor se hizo presente. Mi amigo no dudó en rodear mi cuello y abrazarme fuertemente, lo quise apartar con golpes que se fueron apagando y poco a poco correspondí el gesto mientras no paraban de salir esas gotas cristalinas de mis ojos.
—La amo hyung... —susurré con voz quebrada.
—Lo sé. —suspiró pesadamente— Pero no deberías sufrir por ella.
—Pero, ¿cómo no hacerlo? ¡¿Ah?! —cuestioné sintiendo mis piernas pesadas y poco a poco creía caer— Es la única mujer a la que he amado realmente, la única que puede hacerme feliz.
—Dae-ah... —suspiró y me apartó obligándome a mirarle a los ojos— Te entiendo, aunque no lo creas, pero debo decirte que sí esa mujer te hizo sufrir de esa manera, ella no correspondía a tu amor como decía hacerlo. Esos son los riesgos que uno está dispuesto a correr cuando le entrega su vida y alma a alguien más. —hizo una pausa— Tal vez no era su "momento" de estar juntos, tal vez, sólo tal vez el destino se empeñó en que se conocieran por alguna razón. Debes comprender que esto sólo fue un ciclo que ahora está llegando a su fin y sin duda debes cerrarlo.
—¡¿Pero cómo?! ¡¿Cómo logro hacer eso?! ¡¡Aún la amo!! ¡¡Me duele y no puedo evitar sentirme herido, destrozado y como un completo imbécil!! —repliqué con mi lengua adormecida y mi voz incomprensible.
—Dae-ah...
—¿Puedes creer que me dejó por alguien más? O quién sabe, puede ser que tenía tiempo engañándome con ese tal Jin... —resoplé una risilla llena de rencor— ¿Qué podía esperar? Si me espetó en la cara que era un "soñador" y "distraído" que no ve más allá de su bienestar. —me aparté de Choi y comencé a caminar con la poca voluntad y razón que me quedaban— Nunca me di cuenta de lo que ella quería, anhelaba o deseaba con vehemencia. —de un momento a otro caí de rodillas sobre el maltratado suelo de madera, reí con ironía pero después me incliné para recostarme sobre éste y comenzar a golpear con los puños mientras las lágrimas se sentían fluir copiosamente por la rabia.
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Shut up.
FanfictionMi nena, no me digas adiós. Es el fin, pero la sonrisa que tienes y tu brillante voz son dolorosas. "Ya nos veremos". Me vuelves loco. Estaba preparado para esto, que a partir de hoy seremos extraños. No yo, sino el otro chico, no digas nunca que l...