Una emboscada por hechiceros pumas y la llegada a una aldea maldita

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El me sigo mirando como diciendo 'en serio' cuando chasqueo los dedos y se hizo un

agujero debajo de mis pies, grite como si viera una araña, el bruto de Supay creo una

especie de tobogán, abrí los ojos ya que los cerré por el miedo para solo estamparme

contra el suelo, me levante para ver si tenía heridas y en efecto las tengo lo bueno que

son solo raspaduras de hecho me di cuenta que un pájaro revoloteaba sobre mi cabeza,

era un Tunqui o gallito de las rocas para los amigos, este tenía una carta sostenida en

su pico, lo tome y acaricie a la bellísima ave, una maravilla en el Perú, abrí la carta esta

contenía un mensaje en quechua era de parte de Yacumama.

-Pequeña Rumi, supongo que ya estarás en el Lago Titicaca mi tunqui informante te debería haber dado esta carta, me he enterado que allí hay un grupo de semidioses no sé quiénes serán sus padres divinos, pero ten cuidado, no se siente bien su presencia te quiero.

Con cariño Yacumama para: Rumi.

Bueno tenía información gratis sobre que tenía que esperar en aquel sitio por lo que

tenía el suficiente tiempo para planificar algo, ya se estaba haciendo de noche mientras

que el sol bajaba la luna subía, en ese momento empezó a llover, me puse una capucha

para abrigarme, pero de todas formas tenía mucho frio, encontré una pequeña caverna

como para mantenerme caliente durante la noche, había tomado algunas hojas y logre

derribar algunos árboles para poder tapar la entrada, hice una pequeña cama de hojas

en el suelo para no poder sentir mucho la piedra fría del sitio, empecé a tener dolores

en mi espalda, hay esto lo tendría que pagar muy caro.

Me desperté con alguien dando zarpazos a los árboles que derribe en la noche, tome

una posición de combate, empecé acumulando mi energía para poder tener listo mi

contrataque, pero por un momento dejo de hacer ruido, algo confusa lancé un pilar de

piedra a los árboles, estos por supuesto salieron volando por el impulso que le dio el

pilar, salí, pero no había nadie, me relajé grave error, justo un puma salto sobre mi

forme una vara de la piedra de la caverna para usarlo como un bozal en su boca este

puma extrañamente tenía los ojos marrones, dejando eso de lado rodé para quitarme

de encima al puma, cree una lanza de la misma forma que la vara para tratar de

apuñalarlo, pero cuando lo intente mi lanza no llego a tocar su piel como si algo lo

estuviera protegiendo, luego de eso me di cuenta era Runapuma se dice que

hechiceros hicieron pactos demoniacos y adoptaron esa forma, pero todavía conservan

su espíritu humano, tome mi lanza en mano y trate de darle en su pansa, este empezó

a desprender yawar de un color dorado para luego desintegrase, me tranquilicé una

vez que lo vencí, no tendría que haberme relajado en ese momento tan inoportuno, lo

extraño que no sentí su presencia a pesar de mi control de la tierra, me estaba

Rumi Vilca y el Tumi MalditoWhere stories live. Discover now