Víctor

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-¿Mhm? -Contesto la llamada intentando sonar lo mas sereno posible, escuchando un "hola" del otro lado de la linea -¿Qué sucede Flex? 

-¿Eh? -Se escucho al otro lado -¿Como sabes quien soy? -Cuestiono en un tono confuso

-Tu voz no cambia mapache -Me limite a decir -¿Qué sucedió? -Volví a preguntar

-Sara y Victoria -Murmurio dudando

-¿Ocurrió algo con ellas? ¿Sabes donde están? -Pregunto exaltado dejando de lado su mascara de tranquilidad 

-Eh.. -Dudo mas -Están conmigo -Soltó por fin -Pensé que lo sabias -Añadió

-No, no lo sabia -Suspire -Iré para allá enseguida

-Okey -Dijo 

-No dejes que se vallan -Añadí antes de cortar  

Suspire y mire de reojo a mis lados mientras entraba  a mi habitación buscando mi espada "hace siglos no la uso" dije sonriendo al tiempo que la desenvainába "Aun esta en buen estado" murmure junto a otros detalles para finalmente volverla a envainar y atarla a mi costado

-Creí que no me darías problemas  -Comento una mujer colgada de la madera de la pared cubriéndose a si misma con una capa

-¿Quien eres? ¿Con que permiso entraste a mi casa? -Me puse alerta mientras la veía dejarse caer al suelo

-El me dijo que te vigilara, al fin y al cabo... Es nuestro deber proteger su plan -Dijo bajo su mascara seguramente sonriendo -Soy solo su compañera

-Es una pena que ya me voy -Dije pasando por su lado bajando a la sala para recoger algunas cosas

-Uhm, como quieras -Miro sus uñas sin mostrar verdadera interés

-¿Ah? -Le mire con confusión ¿No se contradecía?

-¿Qué? -Ella pareció notarlo pues su tono era casi una burla -Mi deber es evitar que cometas errores, evitar que interrumpas nuestros planes pero si calculo bien no te dará tiempo -Dijo con una leve risita al final

-¿A que te refieres? -Levante una ceja, mirándola bien seria fácil confundirla con un demonio

-Aunque llegaras no lo haras a tiempo -Miro al techo sonriendo -Eso fue lo que le dijeron a el 

-¿De que hablas? -Empezaba a dudar de su cordura

-Nada -Se puso de pie caminando mientras la miraba -¿Vienes o no? Tu presencia no estorbara -Murmuro mientras caminaba 

-Si ire.. pero no contigo -Camine ,luego de cerrar la casa, intentando alejarme de ella

-No era una pregunta, debo ir contigo -Dijo con un tono molesto mientras caminaba a mi lado

-Bien.. solo no molestes -Murmure molesto

-Vale.. -Su tono de voz no me convencía



Ahora que lo pienso, todos los que estaban a su alrededor eran algo raros...

-¿Oye que haces? -Pregunto un orbes verdes acercándose a un niño mas pequeño 

-Mira que bonito -Dijo el pequeño sonriendo de una manera exagerada mientras mostraba una marca en su muñeca

-¿Cuando te hiciste eso? -Pregunto el otro alarmado -Me regañaran si se enteran que te lastimaste... nonono, no te cuide bien.. perdón -Dijo al borde del llanto

-¿Porqué? Si es una marca muy bonita.. -Sonrió -Bianca tiene una igual... a veces hablo con ella -Miro al cielo

-¿Bianca? -Se estremeció el mayor -Oye de que hablas... ella murió hace unos meses

-¿Eh? ¿Enserio? Juraría que hable ayer con ella -Dijo pensativo 

Siempre

No cabía duda que eras raro aunque todos pensamos que fue por tu edad...

-Oye en que piensas -Irrumpió la chica mirándome

-Nada -Dije escuetamente

-Si piensas en el, deja de hacerlo... a él le molesta -Dijo con una mirada demasiado profunda

-Deja de llamarlo de "el" ¿No puedes simplemente llamarlo por su nombre? ¿Llamarlo-? -Antes de que siquiera pudiera mencionar una letra de su nombre, me tambalee al sentí las manos de aquella chica sobre mi cuello al parecer se me lanzo encima en un impulso de ira tanto fue que hasta se le cayo la capucha dejando ver un cabello castaño largo que se ocultaba por su espalda

-Escucha bien... ese nombre no se puede pronunciar, ni el suyo ni el de nadie que forme parte de nuestros compañeros -Dijo en un tono molesto mientras intentaba contenerse hasta que finalmente suspiro soltándome -Perdón -Murmuro en un hilo de voz apenas audible al tiempo que mostraba una marca en su muñeca -Cada uno de nosotros tiene un numero... fue la medida que se tomo para evitar el uso de nombres y mantenernos el el anonimato -Se limito a decir mientras acomodaba la capucha de su capa -No vistes nada -Fue lo ultimo que dijo antes de seguir caminando 

Me limite a seguirla en silencio pues no quería avivar mas su ira aunque una parte de mi me carcomía por dentro al no poder recordar quien era, estaba seguro de que la conocía o eso me indicaba una parte de mi al ver sus movimientos, su pelo y escuchar su forma de hablar y su misma voz, pero... ¿Quién era? Por alguna razón no lograba recordar su nombre y cada que lo pensaba mis recuerdos se ponían mucho mas borrosos 

-Céntrate -Fue lo que dijo -Ya te vas desconcentrando 2 veces, si te llegas a chocar o caer no me detendré a ayudarte 

-Pensé que venias siguiéndome -Dije confuso

-Así fue al principio pero ahora tengo nuevas ordenes -Murmuro casi con ira mientras caminaba

-¿Desde cuando?

-Hace rato, los mensajes se transmiten de muchas maneras... tu mas que nadie debería saberlo, soldadito -Dijo con molestia mientras caminaba mas rápido

-Sisi, entendí -Suspire intentando seguirle el ritmo -¿Puedo saber tus nuevas ordenes?

-Somos de diferentes bandos, ¿No? -Me miro mientras yo asentía -Entonces la respuesta es obvia, si mi respuesta afectara tus planes.. harías lo que fuera para evitar que yo ejecute mi encargo, así que es mejor que no sepas 

-Si, supongo que tienes razón -Suspire resignado, no pensaba insistir 
  

⋆Lazos de sangre⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora