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Hoy era el día más importante de su carrera. No solo porque esto podría significar un gran ascenso en su trabajo como fotógrafo, si no que hoy tendría la oportunidad de fotografiar a una de las modelos más hermosas de todo Japón.

Oh, era tan hermosa, tan radiante... Tan brava.

El jóven fotógrafo sabía que era poco profesional de su parte, pero no podía evitar sentir cómo su corazón se aceleraba al ver a esa mujer tan bella frente a él.

—No quiero perder el tiempo... Seamos rápidos, ¿Está bien?— Dijo la imponente mujer entrando al set de fotografía, dándose los últimos retoques.

El fotógrafo haría caso, no haría que la mujer pierda el tiempo.
Pronto comenzó la sesión.

Ah... Esa mujer. Qué mujer.

Su cabello rubio era salvaje como ningún otro, su piel pálida y perfecta, su mirada filosa penetraba tu alma.
Pero no era solo eso. El fotógrafo podía ver las llamas que rodeaban a la modelo, irradiaba una luz hipnotizante de ella.

Terminada la sesión, la imponente modelo se acercó al fotógrafo.

—¿Todo en orden?— Preguntó, casi demandando que todo debía estar en orden. Su voz sobresaltó al jóven fotógrafo.

—Uh, sí... Est-está todo en orden—El jóven no pudo evitar tartamudear en respuesta.

La mujer escaneó al fotógrafo con sus ojos rasgados, mirándolo de arriba a abajo con cara de pocos amigos. El fotógrafo sintió como esos ojos miraban a través de su alma.

—...Mitsuya... M-me llamo...

—No me interesa.

[>>>]

El joven no tuvo otra chance de fotografiar a esa modelo otra vez.
Sintió que ella se le escapó de entre los dedos.

"Tan radiante, tan brava".

En todas las vidas [bkdk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora