𝐓𝐇𝐄 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐀𝐍𝐃 𝐘𝐎𝐔

II

Capitulo 2
LOS SALVATORE

1 de Septiembre de 2010

Me desperté como todos los días, las maletas ya estaban listas desde la noche anterior, me vestí con mi chaqueta de cuero negro, pantalones, blusa y botas negras. Cuando termine de desayunar y terminar de acomodar todo, agarre mis cosas y al abrir la puerta algo me detuvo; o mejor dicho, alguien.

Klaus: Buenos días Amor, ¿Dormiste bien? -Dijo con su habitual tono coqueto-

Muy bien, hasta que apareciste.

- ¿Es en serio? ¿No pudiste venir otro día? -Pregunte mirándolo con seriedad-

Klaus: Esperaba un, "Buenos días querido amigo, adelante pasa ya te sirvo un café" -Respondió con una sonrisa; sarcástico-

- Mira Klaus, Primero, ¿Qué haces a las 8 de la mañana en la puerta de mi departamento? Y segundo, ¿Por que hoy? -Conteste cruzándome de brazos y apoyarme en el marco de la puerta-

Klaus: Si me dejaras pasar, seria mucho mas cómodo cariño.

Suspirando y maldiciendo por dentro le deje espacio suficiente para que entre.

- Empieza hablar que no tengo todo el día -Dije al ver que se estaba poniendo demasiado cómodo en el sillón de cuero rojo-

Klaus: Los estúpidos brujitos me echaron de mi casa, ¿Puedes creerlo? -Respondió soltando una risa burlona- Y pensé, ¿Qué mejor que ir a visitar a mi Salvatore favorita?

- ¿Y no les arrancaste el corazón? Vaya, ¿Qué te pico? ¿Te pusieron un espíritu o un Dios de la amabilidad dentro tuyo o algo así? -Pregunte sorprendida, todavía seria-

Klaus: No. -Me miro mal- Si tuvieses 6 brujos medio locos que superaron a la muerte como tres veces en tu casa, también te hubieras ido -Explico-

- ¿Qué fue lo que les hiciste?

Klaus: ¿Por que siempre piensan que yo les hice algo? -Contesto indignado por mi pregunta-

- ¿Por que eres Klaus Mikaelson? El original mas temido de los últimos 2 mil años -Respondí con obviedad-

Klaus: Cierto, gracias por recordármelo, me da cierta parte de satisfacción escuchar eso. -Dijo apoyando ambos antebrazos en el respaldo del sofá-

Yo rodee los ojos por su increíble ego y me fui a la cocina a prepararle un café al Rey de la ira.

Klaus: Así que.. necesito un lugar donde pasar hasta encontrar a otros 6 brujos -Dijo como si fuera que le había preguntado- ¿Te ibas a algún lado? -Pregunto al mirar las maletas tiradas-

- Que gracioso. -Conteste con una sonrisa fingida entregándole su taza de café-

El la agarro con gusto y le dio un pequeño sorbo;

- ¿Y tus cosas? -Fruncí mi ceño al notar ni si quiera una mochila o un bolso-

Klaus: ¿No te conté? Quemaron mi casa. Si, mis sirvientes quemaron mi casa, que loco, ¿no?

Soy yo o este hombre se esta volviendo loco.

- ¿Son los años de inmortalidad que tu cerebro deja de funcionar bien o en verdad te estas volviendo loco? -Pregunte preocupada por su comportamiento-

Klaus: No, Julie, estoy intentando contener la calma -Respondió tensando su mandíbula y tirando la taza contra la pared haciendo que se rompa en mil pedazos-

Asentí levemente apretando los labios.

Ya me estaba preocupando que no haya hecho explotar nada.

Klaus: Bueno, necesito ropa nueva, así que andando. -Dijo con mas tranquilidad; levantandose del sillón-