Naruto - Los sellos son fáciles, las personas son difíciles

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Naruto estaba totalmente confuso. Su Oji-san y su Ero-danna parecían estar en peligro mortal. Además, Tsunade murmuraba para sí misma que no debía matar a nadie en su primer día de vuelta. Él estaba de acuerdo, realmente no debía hacerlo, pero no entendía por qué querría hacerlo. ¿Era por el porno? ¿Quizá le parecía salaz? O simplemente se sentía ofendida en general. Tendría que aclararlo, no estaría bien que otros pagaran porque él dijera algo inapropiado.

Los dos hombres adultos esperaban su inminente perdición. Los ANBU estaban escondidos y aún no habían intercedido en favor de su Hokage. Ninguno estaba avergonzado. Aceptarían de buen grado un kunai o una etiqueta explosiva por su Hokage, pero una Tsunade Senju iracunda está más allá de su mandato. Literalmente. Está escrito en el manual de operaciones de la ANBU y así ha sido desde que ella tenía doce años. Todos jadearon cuando vieron que Naruto alargaba el brazo y agarraba la mano de Tsunade, suponiendo que sería el fin del muchacho. Era tan prometedor.

"Siento si te he ofendido, Tsunade-san. En los libros de Jiraiya describía al personaje basado en ti como una belleza etérea de otro mundo. Supuse que exageraba. Descubrir que tal vez lo había subestimado me sorprendió y hablé sin rodeos. Pido disculpas por mis palabras".

Y sin más, la tormenta de intención asesina se desató y Tsunade incluso tuvo un tinte rosado en las mejillas. Pasó los dedos por el pelo de Naruto juguetonamente mientras sonreía al rubio más pequeño. Hiruzen y Jiraiya sólo habían visto a dos personas capaces de sacar a Tsunade de un ataque de ira inminente: Nawaki y Dan. Ver que otra persona se enfrentaba a una muerte inminente y aplacaba su furia con unas pocas palabras resultaba chocante.

"No estaba enfadada contigo, Naruto. Y lo que dijiste fue muy dulce, gracias", dijo pellizcándole la mejilla sin darse cuenta de que eran sensibles debido a las marcas de los bigotes. Naruto tarareó, era una sensación agradable, tenía que admitirlo. "Pero eso no os libra a ninguno de los dos, no del todo. Sin embargo, eso puede esperar. Naruto, Sensei me enseñó los sellos que creaste utilizando mi libro y el de Tokka Senju. ¿En qué te inspiraste para crearlos?"

"Entrené mucho por mi cuenta durante la academia, pero no estaba seguro de si estaba mejorando, ya que no tenía forma de medirlo, al menos no con precisión. Quería tener un punto de referencia para mi forma física general, así como poder seguir los progresos que pudiera o no haber hecho. Si tenía una forma de medirlo, necesitaba una forma de ver los datos y proteger mi privacidad. Los genjutsu son ilusiones, pero más abstractamente, es una forma de que el chakra proyecte información".

"Bueno, es bastante ingenioso. Una de las razones por las que Sensei me volvió a llamar es que creía que podríamos hacer importantes avances médicos trabajando juntos, y estoy de acuerdo. Quizá no puedas aprender Iryojutsu, pero yo puedo ayudarte con el aspecto académico de la medicina".

"¿Por qué no puedo aprender Iryojutsu?"

"Los Jinchuuriki suelen tener problemas con el control del chakra y el Iryojutsu requiere un control muy preciso incluso para nuestras técnicas más básicas". Naruto asintió en señal de comprensión, pero no estaba seguro de por qué ella pensaba que eso se aplicaría a él. Empezó a acariciarse la barbilla y al cabo de un momento se dio cuenta de la cuestión. Se volvió hacia su Oji-san con la mirada perdida.

"No le habrás hablado de mi red de chakra, ¿verdad?".

Hiruzen adoptó una expresión avergonzada, en realidad se había olvidado de eso. No sabía cómo había podido, ya que casi le dio un infarto cuando Naruto se lo enseñó. Se suponía que no podías unir cosas a todo tu sistema de chakra. Se dio una patada por no indagar más sobre por qué Naruto quería un clon autónomo, supuso que era porque el jutsu de clon básico estaba fuera de su alcance. Ese día se prometió a sí mismo no suponer cosas sobre su nieto.