Naruto - Los sellos son fáciles, las personas son difíciles

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Cuatro Jounin estaban sentados en un bar poco iluminado. Uno parecía agotado, otro aburrido, otro expectante y el último parecía bastante joven. El cuarteto de notables sensei Jounin estaba esperando a que llegara el invitado de honor, pero como éste se había retrasado, habían empezado la fiesta antes de tiempo. Todos se dieron cuenta de lo cansado que parecía Asuma. Cansado y agotado, como si hubiera pasado unos días difíciles. Gai fue el primero en comentarlo.

"¡Tus llamas juveniles necesitan reponerse, Asuma!".

Asuma hizo una mueca ante la voz retumbante de Gai, pero no pudo negar la observación. No se sentía en absoluto joven. "Estaré bien, aunque si alguno de vosotros está interesado en intercambiar kunoichi, lo consideraré con mucho gusto".

Kurenai frunció el ceño ante la afirmación de Asuma, pues había aprendido un poco sobre Ino gracias a Hinata. Tenía la impresión de que la heredera de los Yamanaka se había tomado más en serio su entrenamiento y su vocación. No tuvo ocasión de expresarlo, pues Kakashi se le adelantó.

"¿Qué ha hecho Ino? Naruto habla de ella a menudo y no parece tan mala".

"Hace cinco días habría estado de acuerdo contigo. Sólo era una genin ansiosa por aprender cosas nuevas y entrenarse para ser mejor que las chicas de su generación."

"¿Qué ha pasado para que eso cambie?"

"Bueno...

El Sarutobi se sorprendió al ver a Ino allí tan temprano. Parecía tranquila, preparada, pero demasiado tranquila. Lo tachó de exceso de confianza juvenil y no pensó mucho más en ello. La pareja permaneció en silencio tras un breve saludo. Pasaron los minutos y los chicos rozaban el retraso. Asuma mordió un cigarrillo apagado mientras veía llegar a los dos últimos miembros de su equipo. Se daba cuenta de que algo no iba bien, Choji tenía una fina capa de sudor en la cara y Shikamaru parecía no sólo perezoso, sino realmente cansado. Sabía que no eran los más trabajadores, pero ambos estaban bastante en forma para ser genin, así que eso le confundía. Ino, sin embargo, mantuvo la compostura mientras se colocaba frente a ellos.

"Muy bien, esto es un combate amistoso, así que nada de golpes mortales ni mutilaciones. ¿Alguna pregunta?" Todos sus alumnos mueven la cabeza negativamente, así que les da permiso: "Entonces podéis empezar".

"Renunciamos", dijo Shikamaru, deteniendo en seco a Ino.

"¿Cómo que renunciáis? Aún no habéis hecho nada", ladró Asuma, realmente decepcionado con su shinobi.

"No sé cómo, pero Ino nos ha envenenado. Apenas puedo pensar y Choji ya respira con dificultad. Esto es demasiado molesto -terminó Shika antes de caer al suelo con cero gracia, Choji siguiéndole justo detrás.

Asuma asimiló las palabras de Shikamaru, pero no pudo comprenderlas del todo. Sabía lo que significaba cada palabra por separado, pero juntas... Ino no envenenó realmente a sus compañeros para ganar una apuesta, ¿verdad? Se volvió hacia su única kunoichi y la vio esbozar una gran sonrisa.

"¡Lo conseguí Asuma-sensei! Incluso he entendido la lección secreta".

"¿Lección secreta?", preguntó mientras enarcaba una ceja.

"¡Sí! Querías que tratara esto como una misión de asesinato, por eso hice que las madres de Shika y Choji las envenenaran a ambas y conseguí material de chantaje sobre Choji". Choji hizo una mueca ante aquello, pero no tuvo energía para protestar. Ya viviría con miedo más tarde, necesitaba una siesta.

Gritó internamente: "¡QUÉ!", pero dijo: "Buen trabajo, Ino". Ella asintió. Asuma estaba reevaluando a la Yamanaka. A ella no le asustaba el trabajo duro, pero sus razones eran muy inmaduras, y él supuso que su deseo de aprender su arma distintiva se debía a razones similares. Y aunque no pretendía que ella extrajera un significado más profundo de esto, que lo hubiera hecho era impresionante... que envenenara a sus compañeros de equipo era preocupante. Que este cambio se produjera aparentemente de la noche a la mañana lo era aún más.