El Legado Maldito de Salazar Slytherin - Hogwarst Legacy

Capitulo 2

-Grupo de Expertos-

(Aquí ya se narra en primera persona)

Después de la peligrosa aventura que acabábamos de vivir, el profesor Fig me llevó a una sala donde me mostró una fuente que llamaban Pensadero. Allí, recordamos a unos magos que, según se decía, habían sido muy poderosos y que habían vivido hace años en Hogwarts.

Al regresar a la bóveda, un olor a humedad se hizo presente de nuevo. Mientras el profesor Fig me contaba más detalles sobre los antiguos magos, fuimos abruptamente interrumpidos por un grupo de duendes que entró con rapidez. Entre ellos estaba el primer duende que habíamos conocido al llegar.

—Ranrok —dijo el profesor Fig con un tono grave, reconociendo al líder del grupo.

Un duende de apariencia particularmente inquietante noto nuestra presencia.

—¿Quién es ese?-pregunte

Sin perder tiempo, el profesor Fig me advirtió:

—Debemos escapar de aquí.

Con un sentido de urgencia, nos preparamos para abandonar el lugar, conscientes del peligro que se nos venía encima.

Presencié una escena escalofriante: Ranrok, el duende de aspecto amenazante, mataba al anterior duende que había intentado seguir las instrucciones que recibió de él. La tensión aumentó cuando el profesor Fig se negó a entregarle algo a Ranrok. Enfurecido, Ranrok redirigió su atención hacia mí, desatando una serie de hechizos en nuestra dirección. Los ataques comenzaron a volar por la cámara, y Ranrok nos emboscó a Fig y a mí.

En medio del caos, un Guardián del Pensadero se activó y empezó a luchar contra Ranrok. Aprovechando la distracción, Fig y yo atravesamos una puerta mágica, y, para nuestra sorpresa, nos encontramos cerca del castillo de Hogwarts.

—Vamos adentro, llegamos tarde a tu presentación —dijo el profesor Fig con urgencia.

—¿Mi qué? —pregunté, aún aturdida.

—Es el banquete de bienvenida. Te dirán a qué casa perteneces —explicó él.

—¡Okay! Eso suena mucho más divertido que lo que acabamos de pasar —respondí, aliviada.

Nos dirigimos rápidamente hacia la entrada principal del castillo. Al llegar, nos recibió una figura imponente, un hombre que nos miraba con evidente desdén.

—Profesor Fig... —saludó el hombre con una mirada severa.

—Buenas noches, Director. Mis disculpas por el retraso. —El profesor Fig respondió cortésmente, pero claramente preocupado.

—Ya lo he notado... y esta señorita es Margaret, ¿cierto? —El Director me miró directamente, haciéndome sentir nerviosa.

—Un gusto, profesor. Gracias por la oportunidad —dije, inclinándome ligeramente en una reverencia.

—Dirígete al banquete, te están esperando —indicó el Director con un gesto.

Miré hacia el profesor Fig, quien me asintió con la cabeza en señal de aliento. Con una mezcla de nervios y emoción, me encaminé hacia el banquete, lista para comenzar una nueva etapa en mi vida en Hogwarts.

Antes de abrir la puerta del comedor principal, podía escuchar las risas y el bullicio de los alumnos. El comedor estaba completamente lleno. Al abrir la puerta un poco, me llegó un aroma exquisito a comida recién hecha, una fragancia cálida y hogareña que me recordó a casa. El olor de pavo asado, mantequilla con ajo y pan recién horneado llenaba el aire.