Capitulo 3

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-Una Nueva Etapa-

La tienda de Ollivanders es un lugar mágico y lleno de historia, ubicado en el corazón de Hogsmeade. Al entrar, recibí una atmósfera de antigüedad y misterio. Estanterías altas y estrechas se alinean contra las paredes, repletas de cajas polvorientas que contienen varitas mágicas de todas las formas y tamaños.

El aire está impregnado con el aroma de madera vieja y una ligera fragancia de incienso, que le da al lugar un toque de misticismo. La luz del sol se filtra a través de las ventanas, iluminando las partículas de polvo que flotan en el aire, creando un ambiente etéreo.

En el mostrador principal, el Sr. Ollivander se encontraba de pie, un mago de aspecto venerable con una mirada inquisitiva y ojos que brillaban con sabiduría. A cada paso que daba, el suelo de madera crujía suavemente bajo mis pies.

La tienda de Ollivanders era mucho más que un simple lugar de compras, era un santuario de magia y tradición. Con una mezcla de nerviosismo y anticipación, me acerqué al Sr. Ollivander, listo para el importante momento de escoger mi varita.

—¡Buenas tardes! —saludé con entusiasmo.

El Sr. Ollivander, captando mi atención con su mirada inquisitiva, me respondió con un tono cálido

—Hola, bienvenida a Ollivanders. Tú debes ser la nueva alumna, ¿verdad?

—¡Sí! Un gusto, me llamo Margaret Evans —respondí, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.

—Un placer conocerte, Margaret —dijo él con una sonrisa amable—. El profesor Fig me mencionó que es tu primera vez en Hogwarts.

—¡Sí! Estoy muy emocionada de estar aquí —respondí con entusiasmo.

—Me alegra escuchar eso —dijo el Sr. Ollivander, acercándose con una varita en la mano—. Probemos con esta.

Tomé la varita que me ofreció y, con un gesto inseguro, la agité. De repente, un jarrón cercano estalló en mil pedazos, lanzando fragmentos por doquier.

—Hmm, no, no... espera un momento —dijo el Sr. Ollivander, mientras se dirigía rápidamente hacia una estantería en busca de otra varita.

Regresó con una nueva varita y me la entregó. Agité esta segunda varita, y de inmediato varios libros cayeron de los estantes en un desorden caótico, obligando al Sr. Ollivander a esquivar uno que casi lo golpea.

—Descartamos esta también —comentó el Sr. Ollivander, moviéndose hacia una escalera. Subió con cuidado y comenzó a examinar los estantes más altos. Se detuvo un momento, frunciendo el ceño como si estuviera pensando profundamente—. ¿Será esta? —murmuró para sí mismo.

Finalmente, bajó con una varita en la mano, la cual me entregó con delicadeza. El ambiente en la tienda estaba cargado de expectativa mientras me preparaba para el siguiente intento.

Cuando tomé la nueva varita, un brillo singular comenzó a emanar de ella. A medida que el resplandor llenaba el aire, sentí cómo mi cabello se movía como si estuviera danzando al ritmo de una melodía invisible. Una sensación profunda de amor y calma me envolvió, como si la varita estuviera conectándome con una parte esencial de mí misma. En ese momento, supe que esta era la varita que había estado buscando.

-roble inglés, una madera que se destaca por su lealtad y versatilidad. Se dice que es una varita para los buenos y los malos momentos, un verdadero amigo para el mago que la merece. Las varitas de roble inglés exigen de sus compañeros una combinación de fuerza, coraje y fidelidad. Las varitas que contienen pelo de unicornio son muy especiales —comenzó el Sr. Ollivander, con un tono de voz que reflejaba su profundo conocimiento—. Generalmente producen la magia más consistente y están menos sujetas a fluctuaciones y bloqueos. Esto las convierte en una opción muy confiable para la mayoría de los magos y brujas.

El Legado Maldito de Salazar Slytherin
 - Hogwarst LegacyWhere stories live. Discover now