Mi nombre es Won Kim Esther.
Plaza del Libertador, Venezuela. 8 años antes…
–…Damas y caballeros, esta es una presentación de la concursante N°188 del Festival de Baile Infantil: ¡Un aplauso para nuestra pequeña participante de cinco años de edad Won Kim Esther!
Recuerdo con todo lujo de detalles ese momento en particular. El sonido de los aplausos. Los nervios y la emoción que revoleteaba mi estómago. El sudor que amenazaba resbalar mi piel impecablemente maquillada. Mi mente repasando velozmente cada paso de baile, la letra de la canción, y la sensación de estar de pie en el escenario. Solo estábamos el público y yo. Cuando la música inicie mi acto. Bailé y canté con naturalidad, elegancia, sincronización y perfección. Ninguna niña de aquella edad me superó, por eso gané el concurso del festival que nunca más se volvió a realizar. A pesar de ello, no solo me llevé una buena suma de dinero o el trofeo de ganadora, también la admiración del público. Es un sentimiento que por una fracción de segundos me dio poder y victoria. Ahí en el escenario, encontré mi vocación, mi camino a emprender para ser la cantante del K-Pop más querida por el público, a partir de ese día soñé con ese sueño. Desde que era niña, siempre soñé con ser una Idol.
El único problema fueron mis padres. No dejaban de repetirme una y otra vez que no valía la pena porque, según ellos, no tenía madera de ser cantante. ¡¿Por qué?! ¿Por qué no lo seria si miles de veces les he demostrado mis impecables actuaciones y ensayos que dejaban con la boca abierta hasta los bailarines y vocalistas profesionales más estrictos? La respuesta era simple para ellos: soy albina. Nada más por eso nunca se cumpliría mi sueño. Nunca supe porque nací así: con la piel blanca como el lomo de un armiño, los ojos de un rojo oscuro como la sangre, rojos como el rubí, rojos como el color del vino. Y el cabello blanco como la nieve. Si bien parezco una muñeca de porcelana y soy mucho más hermosa que una chica albina, no deja de ser extraño o espeluznante mi apariencia tan…rara. Nadie en mi familia posee esos rasgos, y mucho menos si la mayoría de los miembros de mi familia materna son coreanos. Mi familia por parte de papa jamás los conocí. Me rectifico: nunca conocí a mi padre, y por ello, no conozco a su familia a excepción de mi abuela. Lo único que sé es que eran venezolanos. Que mi padre conoció a mi madre siendo ambos tan jóvenes: un día cualquiera de verano, él hacia turismo en Seúl con sus amigos mientras asistía a un concierto de BTS, en ese concierto conoció a mi madre, quien asistió sin el consentimiento de sus padres y fue a hurtadillas con una amiga. Cuando se conocen, mantienen una relación en secreto. Hasta que queda embarazada. Entonces él desaparece o algo así. Para ocultar el escándalo, sus padres la casan con un amigo de la familia antes de que se mudaran a Venezuela por un trabajo que le asignaron en ese lugar. Ahí conocen a mi abuela, quien insistió conocer a su nieta luego de perder a su hijo. Fue la única que me apoyó con mi sueño cuando nadie lo hizo. ¿Por qué me apoyarían mis padres cuando ya tienen a otra niña a quien consentir? Esa es mi hermana menor, Won Kim Mo.
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Una Canción Oscura Y Perversa
Mystère / ThrillerEsther Won Kim es una hermosa joven de ascendencia latina y coreana nacida en Corea del Sur, que debuta como una Idol del K-Pop gracias a sus perfectos movimientos de baile y voz de ángel que cautivó al público a pesar de que nació con albinismo: un...