Camboy | 𝐇𝐚𝐧𝐊𝐧𝐨𝐰

V

El sábado por la noche JiSung estaba listo desde las seis treinta, pese a que YiZhuo había aclarado varias veces que la fiesta iniciaba a las nueve.

De hecho, JiSung se había estado preparando desde la una en punto.

Corriendo de aquí para allá, cambiando mil y un veces la camisa que usaría, los pantalones, los zapatos e inclusive, pese a lo tonto que sonase, su ropa interior.

JiSung quería que todo fuera perfecto, perfecto para poder hablar con MinHo. Estaba nervioso, no iba a mentir.

Nervioso por saber que el rubio que iba en su preparatoria era aquel con el que tanto fantaseó.

Con el que tanto soñaba y se moría por tener una sola parte de él, una simple mirada, una muestra de atención.

JiSung jamás imaginó que alguien como MinHo, un verdadero cero a la izquierda, fuese el mismo que semana con semana metía enormes penes de plástico por su culo, no imaginó que sería aquel sensual chico que pese a no poder ver su rostro te cautivaba.

Nunca imaginó que alguien como MinHo fuera irrealmente sexy.

Y estaba nervioso, quizás esta era una oportunidad única en su vida, una que debía aprovechar al máximo, debía conseguir aún que sea una integración con MinHo. Un beso era lo mínimo que pedía.

Y su plan era simple, acercarse como amigo, entablar conversación, fingir que estaba borracho y besarle, y ver que sucedía después.

Quizás era afortunado y tenían sexo, o solo lo ignorarla, y JiSung podría fingir al día siguiente que había estado muy borracho y no recordaba nada.

Parecía simple.

Pero solo eso, lo parecía.

Cuando el auto de la pelinegra se estacionó fuera de la linda casa con luces de colores y fuerte sonido.

JiSung bajó del auto, siendo seguido por un chico pelinegro llamado JeongIn y una chica pelirroja llamada Yuna. YiZhuo había dicho la verdad, quería invitar a JiSung como amigo, justo como había invitado a Yuna y JeongIn, alumnos de primer año que había visto una o dos veces por los pasillos.

El grupo de adolescentes ingresó a la casa, la música a todo volumen dolía en los tímpanos JiSung, las luces lastimaban levemente sus ojos y el humo que se esparcía por todo el lugar picaba en su nariz. Una fiesta adolescente, justo como en las películas que solía ver hace un par de años, como las odiaba.

Se alejó de sus acompañantes con la excusa de ir al baño, aunque en realidad había ido a dar una vuelta por la casa, para ver si casualmente -en realidad no tan casual- podía encontrarse con MinHo.

El rubio había sido todo en la mente del castaño durante días, solo podía pensar en él, es como si su mente hubiera desechado todo lo importante y en su lugar solo pudiera conservar a MinHo.

Incluso vió los últimos 2 directos de LeeBit, y mierda, cada vez que recordaba que aquel sexy chico que montaba dildos como un jodido profesional, era el mismo que usaba sweaters enormes y andaba por los pasillos con la cabeza baja y mejillas sonrosadas, eran el mismo, no podía evitar correrse.

MinHo le estaba haciendo mal.

LeeBit le estaba haciendo mal.

Mierda, sus hormonas de adolescente caliente le estaban haciendo mal.

Tras un par de minutos pudo ver a lo lejos a MinHo, tenía un sweater blanco, sus enormes y torpes gafas y su cabello peinado hacia un lado.

JiSung solo pensó 2 cosas.

Que lucía muy formal para una fiesta adolescente con alcohol y posiblemente drogas, incluso se animaba a aplaudir la valentía del rubio al traer un sweater blanco a un entorno como lo era una fiesta.

Y la segunda fue lo lindo que se veía, como resaltaba sobre la multitud, JiSung juró haber visto una enorme luz blanca iluminarle, haciendo inevitablemente su vista caer sobre el.

Se acerco con paso lento, podía sentir su corazón queriendo salir de su pecho y sus manos sudorosas.

¿Era normal estar tan nervioso?

Una vez estuvo frente al más bajo carraspeó, al no recibir reacción del contrario tomó aire y para ser oído sobre la música soltó en tono alto:

— Hola, ¿Como estás? — el rubio volteó a mirarle unos segundos.

No dijo nada.

Y entonces JiSung se preguntó si su plan sería tan fácil.

Solo queda uno 😭