Había un olor familiar en el ambiente, de flores y hierbas secas. fruncí involuntariamente el ceño al reconocerlas.
—¿qué pasa, Void? —ante su tono burlón pero familiar abrí mis ojos.
—¿hermano? —le dije sin poder contener mi sorpresa en el tono de mi voz. Lo que hiso que el gato atigrado marrón, que se encontraba al frente mío, me miro preocupado mientras cuidadosamente sigue arreglado mi corbatín. Su cara de preocupación duro un momento antes de pasar a una mueca burlona.
—estas nervioso ¿eh? —una pequeña riza se el escapo por un momento. —no tienes que ser estoico a cada momento, sabes, por lo menos confía en mi como yo confió en ti Void.
Una pequeña sonrisa se forma en mis labios —no es nervio, solo me perdí en mis pensamientos.
—¿seguro?, este es un gran momento para toda la nación, la unificación de dos grandes reinos, todo gracias a él gran señor de la guerra lliyo del reino de Liz y la gran princesa heredera al trono Izu del reino de Kain.
—es solo una boda arreglada. Nuestra madre encontró la forma de terminar esta guerra sin tener que derramar la sangre de nuestro pueblo. —replico con indiferencia. —pero tengo que admitir una cosa. —mi hermano ladea la cabeza con duda en su rostro. —los rumores dicen que es una bruja.
—hermano esos son rumores falsos y lo sabes —pone los ojos en blanco. Y con un movimiento de sus patas repasa las líneas de los hombros de mi traje de gala, con el fin de dejarlo lo mas pulcro posible.
—rumores o no me intriga saber él porque — le doy una sonrisa pícara.
Las campanas sonaron interrumpiendo la conversación, los dos nos miramos y sonreímos mientas nos dedicábamos un ronroneo fraternal en un último abrazo. Mi hermano se puso a mi derecha mientras una guardia de soldados de elite nos escoltaba hacia las grandes puertas del salón. En lo profundo de mi ser una sensación emano, no era nerviosismo, como decía mi hermano era otra cosa, la ansiedad de una nueva etapa en mi vida.
Dos puertas tan grandes que por ellas se podrían pasar con facilidad 6 caballeros en línea, todo equipados, y pasarían cómodamente. Me quede mirando un momento sus detalles, imágenes piadosas de dioses gatunos que daban su bendición a quien pasaran por ellas. Aunque a mí siempre me dio la sensación de que querían ponerte a prueba. Lamentablemente yo si conoció a los dioses, y no se parecían en nada a estos seres. No pude hundirme otra vez en mis pensamientos cuando las puertas se abrieron lenta pero contantemente, y un rayo de luz me segó. pude distinguir es todo ese destello una figura blanca con ojos azules zafiro que me miraban fijamente.
Pestañe rápidamente para adaptarme a la luz ... y me encontraba bajo las lámparas de lo que parecía ser una sala de operaciones. Mirando a mi alrededor puedo distinguir a un humano calvo hablando con un dino humanoide. Donde diablos vine a caer, pensé.
***
—anon y. mous?
—¿si? —respondió, alzando los ojos de su teléfono
—disculpe por interrumpirlo —dijo una dino azul, un tipo raptor pero a Anon le era indiferente ese detalle. —acá esta su recibo, esperamos que se mejore pronto.
Anon lo tomo con rabia contenida. El humano apenas pudo pagar con el poco dinero que tenía, el cual estaba ahorrando para comprarse una copia de lux de un juego que saldrá pronto. La dino, simplemente ignoro su tono y se retiró. Para escapar de la ira de su decisión se concentró en su teléfono, descargándola contra pobres incautos en un foro de juegos sobre dinos gay en un apocalipsis. Murmullos de risa sádica escapaban de él cuándo algún dino caía en sus evidentes provocaciones.
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El gato nicromantico
FantasyEn un lugar perdido del tiempo, un infortunio trajo consigo una aventura no deseada a nuestro calvo favorito.