El teléfono sonó despertando a una pareja de pterosaurios de mediana edad. el más grande de ellos balbució una molestia mientras se incorporaba en su cama. En cambio, su pareja, solo busco hundirse más entre las sábanas escapando del molesto sonido.
El ptero toma el teléfono con algo de molestia, ser el comisionado de policías requiere estar atento al trabajo en cualquier momento, algo que su pareja también entendía.
—Aquí Ripley ¿qué paso? —contestó con vos cansada.
—Encontramos a Tony muerto, señor —El ptero abrió los ojos de golpe, como si un valde de agua fría le hubiera caído encima. Reconoció la vos del hombre, uno de sus subordinados, seria y apagada, lo que significaba que no era una broma.
—¿como? —su tono era de sorpresa y molestia, sin darse cuenta, preocupando a su compañera de vida.
—Es difícil de explicar señor, necesitamos que venga de inmediato, en 46 de Leandrix Street.
Ripley frunció el ceño mientras una palabra se le escapaba de entre los dientes, "SkinRow". Sin perder el tiempo colgó la llamada y se levantó, en búsqueda de su ropa, su arma de servicio y su placa.
—¿Que pasa querido? —la ptero se sentó en la cama mirando con preocupación a su marido.
—Mataron a Tony —la expresión de sorpresa y horror pasan por la cara de su esposa.
—¿Qué?... ¿Tony Smith? —Ripley asintió. —Jesús raptor ¿ya le avisaron a Karen? — la imagen de una destrozada mujer y la de su pequeña hija pasan por su mente.
—me llamaron a mi primero, significa que todavía no. —El ptero termina de vestirse y se acerca a su mujer dándole un beso corto pero apasionado —intenta descansar querida, y no me esperes para el almuerzo.
Ella asiente con preocupación, entonando una pequeña plegaria silenciosa a Jesús Raptor.
Su marido no tardo en salir de la casa y ser recibido por la oscuridad de la madrugada. Subió a su patrulla y después de un rápido viaje, llego hasta la escena del crimen, todo acordonado, lo que no sorprendió a Ripley.
Lo que si le sorprendió fue ver la cantidad elevada de personas y reporteros, algo inusual para el lugar. Saliendo de entre la multitud un policía se le acercó, Samuel, un raptor gris con plumas verdes. El raptor le dedicó un saludo corto a lo que Ripley le correspondió de igual forma. El ptero lo siguió, esquivando a los reporteros y ignorando sus preguntas para entrar a la zona acordonada.
Al mirar a su alrededor, observó dos tiendas de campaña. Una pequeña de color azul y otra grande de color negro separadas por unos cuantos metros. Distinguió a los forenses tomando fotos de un cráter en el piso y de un auto destruido. A varios otros oficiales recorriendo el lugar, marcando pistas por todos lados. Es en eso que la primera idea llega a su cabeza, "parecía un campo de batalla".
—Cuéntame Samuel ¿qué paso acá? —Ripley puso instintivamente su mano en su bolcillo, sintiendo un paquete de cigarros todavía cerrado.
—Nadie vio nada, todo estaba muy oscuro dicen. Solo escucharon unos disparos, algunos gritos y fuertes golpes —apunta hacia la pequeña carpa, deteniéndose un momento —Tony está dentro.
El ptero miro a la pequeña carpa dudando un momento antes de cambiar su mirada hacia la otra carpa con intriga. Samuel puso una expresión complicada al darse cuenta de lo que su jefe observaba —es difícil de explicar, es mejor que lo vea por usted mismo, señor
El Comisario levantó una Ceja de forma inquisitiva, pero decidió guardar esa pregunta para más tarde y se acercó a la tienda pequeña. Dos oficiales que custodiaban la entrada le saludaron, él les correspondió y ingresando lentamente.
ESTÁS LEYENDO
El gato nicromantico
FantasyEn un lugar perdido del tiempo, un infortunio trajo consigo una aventura no deseada a nuestro calvo favorito.