"Niño Asustado" (Fem Creepypastas harem)

03. Lo Prometo

Alex abrió lentamente la puerta de su casa para entrar. Suspiro de alivio al ver que la luz de la sala no estaba encendida, lo que significaba que Dina aún no había llegado. Con una sonrisa, encendió la luz de la sala. Pero su felicidad desapareció al ver a su hermana mayor sentada en el sofá, cruzada de brazos.

Dina: ¡¡¡ALEXANDER!!! Por fin llegas... ¡¿Dónde carajos estabas?!

Alex: Eh... Estaba en la casa de Troy.

Dina: ¿De verdad? Porque te llamé varias veces y no contestabas.

Alex: Lo sé, lo siento. Estábamos estudiando y...

Dina: ¿Estudiando hasta tan tarde?

Alex: Hay examen la próxima semana —respondió con una sonrisa nerviosa—. Se me olvidó avisarte con tiempo, perdón.

Dina: Hmm... Me preocupa que no estés siendo sincero conmigo, Alex.

Alex: Solo fue un descuido, Dina. No tienes que alarmarte.

Dina: Descuido o no, me asusté. Podría haberte pasado algo... Jamás me lo perdonaría si algo malo te llegará a pasar.

Alex: Tranquila. Estoy bien, lo prometo. No hay nada de qué preocuparse.

Su hermana mayor lo miró con desconfianza, pero lentamente relajó la mirada.

Dina: Solo quiero asegurarme de que estés a salvo. Eres todo lo que tengo.

Alex: Lo sé, y te agradezco que te preocupes. Pero, de verdad, todo está bien. Voy a mi cuarto.

Antes de que el chico pudiera escapar a su habitación, su hermana mayor se levantó y lo atrapó en un fuerte abrazo.

Dina: Deberían darme un premio por aguantarte, hermanito. —le susurró al oído, acariciándole la cabeza.

Alex: Sería el primero en votar a favor. Oye, sobre eso... ¿Puedo dormir contigo esta noche?

Dina: ¿Por qué?

Alex: Eh... Por nada... El colchón de tu cama es más cómodo, es todo.

Dina: No me digas que es por tus sueños húmedos con Slenderwoman.

Alex: ¡No son sueños húmedos! —exclamó con el ceño fruncido.

Su hermana mayor soltó una pequeña risa.

Dina: Está bien, hermanito. Puedes dormir conmigo si eso te hace sentir seguro. Pero solo esta noche, ¿eh?

Alex: Sí, solo esta noche. Lo prometo.

Dina: Entonces, ve a tu cuarto y espera la cena. Pero te advierto desde ahora que soy una molestia cuando duermo.

Alex: No hay problema.

(Pensando): Prefiero eso a estar solo en mi cuarto.

*****

En otro lugar, dentro de un bar oscuro, con luces rojas tenues que parpadeaban al ritmo de una música animada, Slenderwoman y Jess estaban sentadas en una mesa apartada. A su alrededor, sombras de criaturas escalofriantes compartían risas, tragos y chismes entre sí.

Jess: No puedo creer lo satisfactorio que fue asustar a ese muchachito en el bosque. Nunca había visto a alguien correr tan rápido por su vida —comentó con una sonrisa, mientras jugueteaba con su cuchillo como si fuera una navaja—. Tenías razón, Slendy... ¡Se veía tan adorable!

Slenderwoman: ¡Sí! Escuchar como te rogaba por terminar rápido con su sufrimiento fue una melodía para mis oídos —respondió, tomándose un vaso de licor, para después tirarlo y tomarse toda una botella—. ¡Casi se orina encima!