Dina estaba acostada en su cama, intentando conciliar el sueño luego de preparar la cena y comer junto a su hermano. A su lado, una vieja cajita musical decorada como un pequeño circo de colores apagados, descansaba sobre su mesita de noche.
De repente, escuchó un suave toque en su puerta. Al levantar la mirada, vio a su hermano menor, asomando la cabeza.
Alex: ¿Ya puedo dormir contigo? -preguntó nervioso.
Dina sonrió y asintió, levantando la sábana para luego hacer espacio en su cama. Alex, aliviado, cruzó la habitación y se acercó a su hermana para acostarse. Pero se detuvo en seco al notar que ella estaba vestida únicamente con una camisa larga sin bra. Lo sabía porque los pezones se le marcaban demasiado, incluso podía distinguir perfectamente el color oscuro de sus areolas bajo esa camisa semi transparente.
Dina: ¿Pasa algo, hermanito?
El chico apartó la mirada, visiblemente sonrojado.
Alex: Eh... no... no, es sólo... ¿Vas a dormir conmigo vestida así?
Dina: Siempre duermo vestida así. Es más cómodo.
Alex: Eh... bueno...
Dina: Alex, somos hermanos. No me importa si me ves así o... ¿quieres que me lo quite? -preguntó con broma, subiendo parte de su larga camisa.
El chico se quedo mudo al ver cómo parte del vello púbico de su hermana sobresalía de su tanga blanca. Pensó que Dina se detendría ahí, pero no, ella continúo subiéndose su camisa hasta llegar por debajo de sus enormes pechos.
Alex: ¡No, no, no! ¡Esta bien así! -exclamó, incómodo por la situación.
Al ver su expresión, su hermana estalló en risas.
Dina: ¡Ja, ja, ja! Sólo estoy jugando contigo, hermanito.
Alex: Si, claro... Loca... -respondió molesto, acostándose a su lado.
Con una sonrisa tranquila, su hermana apagó la luz, dejando la habitación a oscuras.
Dina: Buenas noches, hermanito. -le susurró, mientras le acariciaba el cabello-. Que tengas dulces sueños.
Alex: Igualmente, Dina. -contestó antes de bostezar por el sueño-. Muchas gracias por dejarme dormir contigo esta noche...
Dina: No me lo tienes que agradecer. Has pasado por muchas cosas en tu corta vida... Más de las que puedes recordar. Esto es lo mínimo que puedo hacer por ti.
Alex: Je... ¿Y qué es lo máximo que harías por mi? -preguntó con broma, sintiendo cómo sus párpados le pesaban.
Dina: Mataría por ti... -murmuró tranquila, mientras los ojos de su hermano se cerraban por completo.
Se inclinó y le dio un tierno beso en su frente. Lo observó por unos minutos más, notando cómo su respiración se volvía cada vez más lenta y profunda, indicando que el sueño lo había vencido. Con cuidado, acomodó la cabeza de su hermanito sobre su pecho y comenzó a acariciarlo con ternura.
Cuando sus ojos estaban a punto de cerrarse, un suave susurro femenino rompió el silencio en la oscuridad.
???: No puedo creer que suene tan adorable después de tanto tiempo... ¡Necesito verlo!
Dina no se asustó, al contrario, asintió ligeramente, sin apartar la vista de su querido hermanito.
Dina: Claro, pero te advierto que nuestro pequeño ha crecido mucho desde la última vez que lo viste, Jill. -murmuró, extendiendo su mano hacia su cajita musical para girar lentamente la manivela.
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"Niño Asustado" (Fem Creepypastas harem)
FantasyAlex es un chico de 16 años que todavía siente un profundo miedo por las viejas Creepypastas, especialmente hacia Slenderwoman, quien lo acecha. ~ Un fanfic que hice por aburrimiento xd