Zero = Infinite

Capítulo 2, Janell 2

Después de terminar de cenar, caminé junto a mi compañero por el corredor. Tal vez era solo mi imaginación; sin embargo, sentía un incómodo silencio rodeándonos.

Al parecer, no fui la única que notó el ambiente, porque mi compañero, el cual, hasta ahora, no había demostrado ser una persona muy habladora, decidió intentar entablar una conversación—. Me alegra que hayas vuelto, Caelum. —Llun me sonrió levemente, algo que, si bien me alegró, también me preocupó, «¿Significa que no le gusta la presencia de Lya?». Eso sería un problema, pues ambas estamos unidas, así que, era necesario que los tres nos llevásemos bien, pues estaremos obligados a convivir.

Bajé mi mirada, me sentía un poco culpable—. Discúlpame por no haberte hablado sobre Galya; pero, como no sabíamos quien eras, pues...

Pareció que mis palabras lo agarraron desprevenido, o al menos eso me parecía—. No tienes que disculparte, cada persona tiene sus secretos, y no somos lo suficientemente cercanos como para contarnos los que cada uno guarda. —Con estas palabras, creo que quiso restarle importancia—. Por cierto, aunque el vestido anterior te quedaba muy bien, creo que estos colores te favorecen más.

Sonreí, fue un cumplido agradable—. Gracias, son mis colores favoritos. —Luego fruncí el ceño, no sabía cómo preguntárselo, así que al final, decidí ser directa—. Llun, ¿te desagradamos Galya o yo?

—Pues... hasta ahora, ninguna de las dos ha hecho nada específicamente malo como para que me desagraden.

Sonreí con gratitud, de alguna manera, eso era un gran alivio. Luego de que atravesamos el corredor, ambos nos separamos y nos dirigimos hacia nuestras respectivas habitaciones, aunque, no sin antes, darnos las buenas noches.

...

Nuestro primer par de semanas desde nuestra llegada a la ciudad anillada había sido relativamente tranquilo. Nuestros planes, inicialmente, eran simplemente el conseguir información sobre la actualidad y proseguir con nuestro viaje; pero, al final, tal y como Miyuki había predicho, dichos planes se alargaron.

Durante esta semana, pude hacerme más cercana a mis compañeros, pero, específicamente, a Llun, pues con él era con quien seguiría viajando una vez que partiésemos, así que era necesario que nos llevásemos bien.

Lo primero que descubrí sobre mi compañero, era su paupérrimo conocimiento sobre nuestra historia, y si bien yo tampoco era la persona más informada en ese ámbito, al menos conocía los eventos más importantes de los últimos mil quinientos años. Llun, por otro lado, era un caso completamente diferente.

Comencé a enlistar todos los eventos que Llun desconocía, y los cuales descubrió durante las últimas dos semanas, el más importante de estos, fue la llamada: Guerra Heráldica. Dicha guerra ocurrió hace mil quinientos años atrás, y fue, como su nombre indica, una guerra entre los Heraldos, o Emisarios, como se los conocía en las tierras de donde provenía Galya. Y eso era otro tema sobre el que Llun tampoco tenía conocimiento, los Heraldos.

Enseñarle sobre la Guerra Heráldica no fue muy difícil, debido a que la información que teníamos sobre esta era muy limitada. Antes de poder explicarle de que se trataba dicho evento, primero tuvimos que explicarle que eran los Heraldos, y, bueno, tal y como su título indicaba, los Heraldos eran enviados, mensajeros, aunque también actuaban como ejecutores y, en general, como aquellos que hacían cumplir la voluntad de aquellos conocidos como los Doce Supremos, también conocidos como los Antiguos, o los Doce Superiores. El forma podía variar de acuerdo a la nación, pero generalmente se les solía llamar de alguna de estas tres maneras. En resumen, se dice que la Guerra Heráldica fue un conflicto entre estos, y fue uno tan grande que marcó nuestra historia, siendo considerada como la Segunda Gran Guerra, una hecatombe que, supuestamente, solo había sido superada por la Primera Gran Guerra.