𝐃𝐎𝐒.

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Isn't it strange?
I am still me
You are still you
In the same place
Isn't it strange
How people can change
From strangers to friends
Friends into lovers
and strangers again?
✷ strange - celeste.

Isn't it strange?I am still meYou are still youIn the same placeIsn't it strangeHow people can changeFrom strangers to friendsFriends into lovers and strangers again?✷ strange - celeste

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Aemond odiaba a la gente imprudente, y el había pecado de serlo la noche anterior.

Se encontraba en su habitación, reflexionando la situación. Se arrepentía de todo, pero más de haber tocado el tema de la cena.

El chico de cabello plateado había pasado toda la velada sufriendo en silencio, no soportaba la idea de ver a Lucerys Velaryon sentado en la misma mesa que él. Y más al ver que esté tenía una buena relación con su hermano Daeron, la forma en que le sonría, como bailaban, fue complicado de ver.
Aemond trataba de aclarar sus pensamientos, quería levantarse de la silla y salir rápidamente del salón, pero él era un príncipe, era hijo del rey, no podía hacer tal cosa.

¿Porque Lucerys tenía que regresar? Su vida iba relativamente bien, se las había ingeniado para ser el mejor en todo lo que se proponía, recibiendo elogios de sus tutores. También había conocido hace unos meses a una linda doncella de su hermana, llamada Alys Rivers.

Aquella omega era una bastarda de la tierra de los ríos, había llegado a la capital en busca de una "mejor vida". Aemond la conoció una tarde cuando fue a visitar a su madre y hermana, pero Alys era la única que se encontraba en los aposentos de la princesa Helaena. Era una chica de piel pálida, de cabello castaño oscuro y ojos verdes brillantes.
El príncipe Targaryen no quería aceptarlo, pero le recordaba a alguien.

Al principio busco en ella un refugio para desquitar su deseo carnal, pero con el paso del tiempo se permitió confiar un poco en ella.

Él le había contado sobre cómo perdió el ojo, y como una persona muy especial para él fue el que lo hizo, ella solo escuchaba, y algunas veces le recomendaba que se vengará de Lucerys para que una vez por todas pudiera quitarlo de su cabeza. Aemond llegó a pensarlo, pero esa idea fue descartada cuando lo volvió a ver. "Había olvidado lo hermoso que era." — Pensó.

La noche de la pelea, trató de dormir, pero fue en vano, los pensamientos lo invadieron tanto que ni siquiera se dió cuenta que se había hecho de día, algunas de sus doncellas entraron a su habitación para despertarlo, sorprendiéndose por ver al príncipe Aemond sentado en su escritorio con
la botella de vino vacía.

"Disculpe, príncipe Aemond. La reina me pidió que le despertará, ella lo espera en sus aposentos." —Dijo una doncella, mientras abría la cortina, dejando que entrara la luz a esa habitación deprimente.

"Es muy temprano, ¿No puede esperar?" —Contestó molesto.

"Perdóname, mi principe, solo sigo órdenes..." — La doncella parecía asustada por el comportamiento del alfa.

𝕽EPRESSED - lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora