(A) Capitulo 4. La chica caballera y el monstruo del lago.

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El agente americano, se retiró del cuarto del gran queso, para dirigirse con la chica castaña y la chica gata.

Quienes se encontraban un poco heridas por la fuerza de gran queso.

"¿Están los dos bienes?"

"Si... no te preocupes por mí, preocúpate por Koneko-chan"

"Yo estoy bien... un poco adolorida, pero bien..."

En eso, ambas chicas se levantaron, atontadas y con un dolor en sus espaldas y cabezas, por el lado del agente, no dejo que el dolor lo consumiera, pero si sintiera, ya que le dolía extremadamente el cuello.

"Ese maldito no las volverá a tocar un pelo, ¿Me oyeron?"

"S-Si... pero... Leon..."

"Mi razón es salvarlas de este pueblo loco... así que la próxima vez tendré nuevamente cuidado..."

"Leon-san, no debe sentirse frustrado por no protegernos... en su lugar tenga usted mucho cuidado, no queremos que usted muera y no podamos encontrar a Presidenta y las demás"

"... Je... vale, la próxima yo también tendré cuidado, Koneko"

La chica gata dejo salir una sonrisa, acompañada también de una sonrisa de la chica castaña.

En ese momento, el comunicador portátil del agente, comenzó a sonar, así que rápidamente tomo el comunicador y hablo.

Una vez más era la chica del walkie-talkie.

[Leon, he conseguido cierta información que podría serte útil.]

"Cuéntame"

[Según parece, una secta religiosa está implicado en todo esto. Se hacen llamar Los Iluminados.]

"¿Los Iluminados? Pff... vaya nombrecito. Por cierto... hemos tenido un

encontronazo con el mandamás del pueblo"

[¿Encontraste a Issai? ¿Está bien ella y tú?]

"Si... podría habernos matado, pero nos perdonó la vida... y menciono algo sobre que en nuestras venas corría su misma sangre... vete tú a saber que querrá decir con eso..."

["Su misma sangre" Mmm... Interesante...]

"Dejémoslo, ahora hay cosas más importantes que ponerse a resolver acertijos"

[Tienes razón. Date prisa y localiza esa iglesia, Leon]

Al terminar de hablar con la chica del comunicador, el agente tomo nuevamente su pistola y se dispuso a bajar las escaleras.

Las chicas lo siguieron, con la chica castaña con su escopeta y la chica gata con sus guantes de pelea.

Los tres bajaron al primer piso de la casa, llegando a una sala, que parecía ser la sala principal, había una hermosa mesa con platos limpios, vino, copas de vino, velas e incluso las sillas ordenadas.

"Parece que el alcalde come tranquilamente y como una persona civilizada..."

"Por cierto, ¿Que paso allí en el cuarto, Leon?

"Parece que alguien me salvó cuando el alcalde me estaba pisando el pecho, le disparó unas veces y el alcalde lo siguió..."

"¿Cómo era esa persona, Leon-san?

"Koneko, parecía... una chica... vestida de rojo... no la mire bien ya que estaba aún atontado por el ahorcamiento del alcalde"

"¿Vestida roja?"

"Si, Issai, vestida roja"

"...tengo el presentimiento que la vi..."

"¿De qué hablas?"

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