(A) Capítulo 8. El castillo del octavo castellano.

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El agente junto con las chicas, ahora se encontraban dentro de un castillo, todo con el objetivo de salvarse de una enorme horda de Ganado.

Quienes sintieron la muerte de su amado y querido padre y alcalde del pueblo, Gran Queso.

Mientras caminaban por una gran zona con estética medieval.

Se toparon sorpresivamente con otra vez, el buhonero.

"Tu otra vez..."

"¡Bien hecho extranjeros! ¡Habéis escapado del pueblo, para llegar al gran castillo del octavo castellano"

El agente arqueó su ceja, al igual que todas las chicas.

"¿Octavo castellano?"

"Así es pequeña monja... el octavo castellano, bisnieto del primer castellano que expulsó hace mucho tiempo a Los Iluminados"

"Ya veo... algo me dice que esto no va acabar nada bien... ¿Verdad?"

Pregunto con sarcasmo el agente, en eso el buhonero noto tanto la herida caballera, como el herido lobo.

"Cielos... cómo no me percate de ustedes lastimados..."

"No se preocupe, Buhonero-san, estoy bien, aunque estoy lastimada, jejeje"

"Oh... déjame te ayudo un poco, así puedo cobrarle un poco al extranjero"

Dijo, sacando del agente un semblante de enojo.

En eso, el buhonero se encargó de curar las heridas de la caballera y el lobo, logrando hacer que ambos se levantarán una vez más, y sin heridas.

"N-No, me duele..."

Decía sorprendida la caballera, en eso dio una gran sonrisa, para tocar su zona donde antes estaba herida.

Por otro lado, el lobo felizmente se movía de un lado a otro, feliz de que estuviera curado, en eso ladro feliz al buhonero.

Quién sonrió detrás de su garra morada.

"Hablando de precios, mi buen amigo extranjero, le tengo que avisar que por fin, tengo mercancía de calidad"

"... ... ¿Tienes nuevas cosas?"

"Así es, te lo presentaré"

Dijo para presentar sus nuevos juguetes, presentándole a la agente, una pistola muy manejable.

"Te presento la pistola Blacktail, una pistola de 9 mm altamente manejable, tiene la capacidad de almacenar 15 balas, una cadencia de 0.47, muy rápida para disparar, extranjero"

"Yo paso, tengo mi pistola Silver Ghost... ¿Tú quieres la pistola Issai o alguna?"

"Leon, sabes que yo no sé usar un arma..."

Dijo un poco molesta la hija del Presidente, hacia el agente.

"Yo estoy bien con mi escopeta y mi pistola castigadora..."

Dijo la castaña, quién recargaba sus armas.

"Le vendría bien esa pistola a Presidenta..."

Dijo la chica gata, negando en querer la pistola, pero si ofrecerla a la Presidenta del Club del Ocultismo.

"Yo... yo no sé cómo usar un arma... lo siento..."

Dijo la monja, un poco avergonzada de no saber cómo usar un arma, la castaña al mirar eso, solamente se acercó a su amiga, para apretar su hombro, lo que hizo que está la viera, la castaña le sonrió y le dijo con la mirada que estaba bien.

A lo que la monja sonrió.

"Por mi parte apenas estoy dominando el arte del rifle de cerrojo"

Dijo por último la caballera, negándose a querer el arma.

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