𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐍𝐎𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆 - 𝐌𝐑

...𝐑𝐄𝐀𝐃𝐘 𝐅𝐎𝐑 𝐈𝐓?

Desperté. Desperté con la sensación que me estaba ahogando, como si litros de agua entraran en mis pulmones. ¿Dónde estoy? No reconocía el lugar, era una especie de jaula que subía rápidamente. Un olor extraño que ingresaba por mis fosas nasales me dio ganas de vomitar. No sabia que era, solo sabia que olía muy feo.

Por aproximadamente 5 minutos me quede pensando en donde estaba. No estaba nerviosa, solo me estaba matando la curiosidad. Cuando estaba por investigar un poco mas de donde estaba, me di cuenta que en uno de los bolsillos traseros de mi pantalón tenia un papel doblado. Era una carta, no decía para quien era o de quien era, supongo que es para mi.

Empecé a leer la carta, pero un ruido y una luz extraña me dio a entender que había llegado a mi destino. Ahora si estaba nerviosa, no sabia lo que me podría encontrar fuera de esta caja. Una luz me cegó por completo, tuve que tapar mi cara con mis brazos. Cuando me pude acostumbrar un poco al ambiente, observe que estaba rodeada de chicos que me miraban desde arriba. No veía ni a una sola chica.

Un chico cayó dentro de la caja, era rubio pero tenia un machete en la espalda. ¿Y si me quiere hacer daño? Él se iba acercando lentamente al ver mi expresión, pero yo no podía sacar mi vista de ese gran machete ubicado en su espalda.

-Hey, tranquila, no te haré daño ¿Cómo te llamas?- Él habló con una voz suave, pero seguía teniendo el mismo miedo.

-No..- ¿Por qué nunca me pregunté como me llamaba? -No lo se.- Le respondí finalmente al chico rubio.

-Okey, no te preocupes, es normal. Ven, salgamos de aquí.- El chico muy amablemente me ayudó para poder salir de la caja esa.

Al salir quedé en medio de todos los chicos, entre ellos hacían un perfecto circulo. Todos tenían su mirada sobre mi, algunos me veían de una forma curiosa y otros de forma mas morbosa. ¿Piensan que soy un pedazo de carne?
Mi único instinto me dijo que saliera corriendo de allí, y eso hice. Solamente empecé a correr sin mirar atrás. Oía gritos detrás mío, también silbidos. Me quedé con algunas frases en mi cabeza, como que podría ser corredora ¿Qué es ser una corredora?, o también que alguien me atrapara.

Llevaba corriendo unos minutos, estaba yendo en dirección a unos muros de piedra cubiertos de enredaderas. Sentí como un lindo vientito recorría mi cara, pero luego caí al piso. El mismo chico rubio que me había sacado de la caja me había alcanzado, y ahora estaba encima mío. Luego de varios segundos los primeros chicos que llegaban se ponían en forma de circulo devuelta.

-¡YA SUELTAME!- Le gritaba mientras forcejeaba su agarre en mi cuerpo.

-¿Te puedes calmar?- Me mencionó el rubio con el machete en la espalda que ni siquiera sabia su nombre.