El capullo de flor en el que reposaba la pequeña hija del Rey King y la Reina Diane a sido robado por los caballeros del Caos.
Todos estaban muy angustiados, no sabían en donde podría estar la flor de la primera princesa de las hadas y los gigantes...
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Anteriormente.
—Pero lo que más destacaba, era una figura pequeña vestida de blanco —Barya miro a King y Diane y estos al ver si mirada tragaron saliva —Esta persona era un hada, o más bien un híbrido de hada y gigante.
Diane apretó en su pecho la cesta de su bebé.
—Su imagen a veces es clara, largos cabellos castaños y ropa blanca —La mirada de Barta se ensombreció asustando un poco a King y Diane — Pero luego su forma se va haciendo borrosa, hasta quedar completamente negra la visión, Pero luego la vi herida e inconsciente, con su ropa manchada de sangre, ella estaba siendo tomada en brazos por el caballero de la muerte, y al rededor de este toda la vida se iba marchitando —Barta sintió un escalofrío —Él lucía iracundo, como si no hubiera mas que odio en su ser.
—¿Cómo? —pregunto King —¿Cómo sabe que se trata de nuestra hija?
—Porque oí una voz gritar su nombre con desesperación, ¿Ustedes dijeron que su nombre es Blancaflor, verdad? —Barta vio asentir lentamente a los monarcas del Reino de las Hadas. —Entonces si es ella.
Para ese momento Diane ya están temblando, "¿Que le va a pasar mi bebé? ¿Porque en esa visión estaba herida? ¿Acaso ella va a...?" Sus pensamientos estaban plagados de angustia.
King pudo oírlos y la abrazo fuertemente.
—Todo va a estar bien —dijo en un susurro a su amada —El Árbol Sagrado dijo que ella sería parte importante en esa batalla, estoy seguro de que ella estará bien —acaricio su cabeza con una mano y la otra la posó en la cesta donde estaba su bebé.
—King, no quiero que ella muera —dijo sus ojos se llenaban de lágrimas —De saber que ella moriría más a delante tal vez no...
—¿Tal vez no le hubiéramos pedido al Árbol Sagrado que la salvará ahora? —le pregunto y recibió un asentimiento —Te entiendo, te entiendo muy bien, pero nuestra hija vive por alguna razón Diane, el Árbol Sagrado no le hubiera salvado la vida de lo contrario.
Diane se abrazo a él buscando consuelo entre ellos la cesta.
Todos en la sala quedaron metidos en sus pensamientos, si duda se hacerca a una gran batalla en el futuro.
Pero de algo estaban seguros.
Sea lo que sea que venga.
Pelearán hasta el final.
No permitirían que ninguno de sus hijos muriera.
Ni tampoco permitirían que los hijos de sus amigos murieran tampoco.
Estarían unidos para esto.
No se rendirian hasta que esa profecía no fuera más que una simple posiblidad.
Después de todo.
No es la primera vez que se e enfrentarían al destino.
Lastimosamente, sus hijos también tendrían que enfrentarlo.
