Capítulo 1

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Reino de las Hadas:

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Reino de las Hadas:

Era una mañana muy tranquila en el bosque del Rey Hada.

El sol atravesaba las obras de los altos árboles.

Los animales paseaban de un lado a otro.

Las hadas revoloteaban buscando frutas.

Y los gigantes caminaban por el lugar.

Apesar del comienzo tranquilo del día, las cosas se estaban alterando un poco.

-¡Aaaah, mmm!.

Pues una casa hecha de tronco de un gran árbol, se encontraba el Rey Hada Arlequín y su esposa la Reyna de los Gigantes Diane.

Y Diane estaba dando a luz a su primer hijo.

-¡Vamos Diane solo un poco más! -Gritaba Matrona en su tamaño pequeño, ayudándola en su labor.

-¡Si, lo sé! -dijo ella haciendo esfuerzo.

Ya llevaba un rato en labor de parto, King no se separaba de ella en ningún momento, sosteniendo su mano, aunque sintiera que se la iba a romper.

Pero por fin estaban viendo la luz al final del túnel.

-¡Si, así, ya falta casi nada! -Matrona alentaba a su amiga y Reina.

En ese momento entraron Elaine y Jericó, con un cuenco con agua caliente y varios paños.

Ellas habían ido ayudar en lo que pudieran, después de todo Jericó ayudo a Elaine en su parto de su hijo Lancelot.

Así que cuando se enteraron de que Diane estaba por dar a luz, no dudaron y fueron lo más rápido que pudieron.

Ban había ido con ellas, él esperaba a fuera cargando al pequeño Lancelot en sus brazos.

Las hadas y los gigantes comenzaron a rodear la casa, ansiosos por saber el estado de su Reina y del bebé que estaba a nada de nacer.

Este iba a ser el primer híbrido entre Hada y Gigante de la historia.

Hubo un momento de silencio.

Y luego un pequeño llanto se escuchó.

-¡Ya nació! - Grito una de las hadas, y todos empezaron a celebrar.

Mientras que dentro de la habitación, se encontraba Diane intentando recuperar el aliento. Ya había pasado por situaciones difíciles antes, pero esto si que fue complicado.

King veía con los ojos aguados en pequeño ser que Matrona tenía en sus brazos y el cómo Elaine y Jericó la ayudaban a limpiarlo.

Al poco tiempo se la entregaron a Diane envuelta en suaves sábanas.

-Es una niña -dijo Elaine, emocionada de tener una sobrina.

Diane tomó el pequeño bulto y lo acurrucó en sus brazos.

Capullo de BlanchefleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora