Capítulo 6-Buscando a Dayland I

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[Luminalia]

La noche seguía su curso, el viento susurraba entre las hojas de los árboles mientras la oscuridad envolvía la habitación donde Dante descansaba

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La noche seguía su curso, el viento susurraba entre las hojas de los árboles mientras la oscuridad envolvía la habitación donde Dante descansaba. Nora, a su lado, respiraba suavemente, ya sumida en un sueño profundo.

La luz del amanecer se colaba por las rendijas de la ventana, bañando la habitación en un suave resplandor dorado.

Abrí los ojos lentamente, sintiendo la energía fluir por mi cuerpo. La sangre que había tomado de Dante la noche anterior me había revitalizado.

Podía sentir su poder latir en mis venas, recordándome que mi misión no solo era un deber, sino también una oportunidad para demostrarle mi valía.

Me incorporé con cuidado, evitando hacer ruido. Dante dormía profundamente a mi lado, su rostro tranquilo en la penumbra.

Lo observé por un momento, notando cómo incluso en sus sueños mantenía esa intensidad que tanto me intrigaba. Me incliné cerca de su oído, susurrando suavemente para no despertarlo.

~Parto ahora, no me extrañes demasiado~dije con una sonrisa juguetona, aunque sabía que él no lo haría.

Deslicé mis pies fuera de la cama y me vestí rápidamente, asegurándome de llevar lo necesario para el viaje.

La descripción de Dante seguía resonando en mi mente.

Cabello rojo vibrante, alto, ojos oscuros... una expresión intensa y decidida.

Ese hombre debía destacarse entre la multitud, lo que haría mi búsqueda un poco más sencilla, o al menos eso espero.

Al salir de la habitación, el aire fresco de la mañana me recibió con una suave caricia. El sol apenas comenzaba a asomar sobre las colinas, y la ciudad aún estaba envuelta en un tranquilo silencio.

Sabía que no podría confiar en la información de primera mano; las mejores pistas se encontraban en los lugares más insospechados.

Me dirigí hacia donde el bullicio del mercado comenzaba a tomar forma.

Los rumores solían correr rápido en estos lugares, y alguien con la apariencia de Dayland no pasaría desapercibido.

Mientras caminaba entre los puestos, mis sentidos estaban alerta, captando cada fragmento de conversación, cada mirada curiosa.

El olor a especias y el murmullo de la gente se mezclaban en el aire, mis ojos escudriñaban cada rostro, buscando alguna señal que pudiera llevarme hacia mi objetivo.

《☆》

D

espués de dos días de búsqueda infructuosa en Luminalia, mi frustración comenzaba a convertirse en impaciencia.

Las aventuras del duo intrépidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora