—No pienso apoyarte en esto.— Hace frente al mayor.
—No tienes opciones, William. Ella ya no está, Anneliese no tiene escudo.
—¡Es mi hija! —La mirada de William era totalmente expresiva, estaba enojado, cuando se trataba de su pequeña siempre sería capaz de actuar— Que la abuela no se encuentre ya aquí, no significa que Anneliese está sin protección, comprende de una vez que jamás podrás hacer lo que desees con mi hija.
Carlos, como era costumbre, intentaba argumentar sobre el futuro de la menor, nunca daba buenas opciones, solo hacía lo que mejor podía servirle a él, no era la primera vez que metía sus manos en las raíces del futuro de Anneliese, esta mism apenas aprendía a caminar cuando ya estaba sentenciada a un camino defectuoso, algo que a la reina, en su momento, no le pareció e intentó evitar, pero sin ella, Anneliese ya no tenía ese escudo.
—Anneliese se queda en Dinamarca, tu eres el futuro heredero y debes comportarte como tal. —Sus palabras eran firmes pero absurdas. Por la mente de William, solo pasaban miles de recuerdos vividos en su pasado, su madre que encabeza cada uno de ellos, sus lágrimas que se escuchaban a lo lejos, todo por un mismo culpable—. Ella se queda en Dinamarca. Fin de esta discusión.
Una red de misterio se encuentra sobre la familia real y sus decisiones, cada una de ellas las cuales son tomadas por quien menos indicado es. Desde la muerte de Isabel, todo ha estado al borde de caer, la familia ya no tiene el Pilar que los unía, Carlos se encargó de romper la comunicación con todos.
(...)
—Princesa, agradecemos su presencia.—La danesa saluda con una sonrisa.
—Gracias a ustedes por hacer esto en nombre de nuestra sociedad, esto será una gran ayuda para los menores.
—¡Christian! —La danesa le da un leve codazo a su hermano, el mismo que aún no se había presentado, pues se mantenía en silencio.
—Gracias por acompañarnos. —Su mano se estira en forma de saludo, cosa que acepté en señal de respeto.
Podía sentir flashes detrás de cada uno, los paparazzis fotografiaban cada momento, sin olvidar ninguno.
—El evento está por comenzar, es mejor que entremos, Christian debe dar su discurso de bienvenida. —Comentó la castaña.
Nuestras manos se separan y con ello, el leve contacto visual. Caminamos hacia adentro en donde se encontraban varios niños y carteles con la mención de la fundación. Christian subió por algunas escaleras y se acercó un poco al micrófono. Esperaba que el evento comenzara finalmente. Las cámaras fueron encendidas para grabar, los presentes dirigen sus miradas hacia el, esperando que comenzara con el discurso.
—Bienvenidos a todos, agradezco contar con cada presente y que se hayan tomado el tiempo de estar aquí.—Comienza— El propósito de esta fundación, es más que nada que de manera más allá del interior de Dinamarca, los menores de otros lugares mejoren las circunstancias, hubiésemos esperado un propósito más grande el cual ayudara más que nada a la mayoría en nuestras naciones y lograr una mejora en nuestro mundo, pero, comenzamos con esto esperando un mejor resultado en el futuro, mejor antes que nunca. Con esto concluyo, y, agradezco la presencia especial de su alteza real, la princesa Anneliese quien nos acompaña el día de hoy en honor a su país, Inglaterra.— Un aplauso se hizo presente en el lugar. Seguía el yo levantarme y seguir con otro discurso en agradecimiento.
Me levanté de mi asiento y caminé hacia al frente, los paparazzis no perdieron la oportunidad y recopilaron absolutamente toda mi caminata, hasta llegar a un lado de Christian. El se retiró de mi lado y fue hacia su asiento con su hermana. Un suspiro salió de mis labios y me acerqué al micrófono.
—Muchas gracias a todos. Es un honor estar aquí presente representando a mi país, demostrando que el hacer cosas buenas y contar con las personas indicadas es efectivo, agradezco mucho que contaran con mi presencia para este proyecto y buscar una mejoría en nuestra sociedad, mejorando día a día con los menores en este mundo, buscando un avance. Inglaterra está agradecido con este acto de buena fe, con la creencia de crecer como personas y demostrar la humanidad que tenemos como personas.— Fue con lo que concluí, las miradas ilusionadas de los más pequeños podían romperme ahí mismo, tenían un brillo que jamás igualaría.
Quería hacer las cosas bien, esta era la manera en la cual mi abuela y bisabuela podrían haber hecho las cosas, siempre pensando en lo mejor para los demás, para ellos encontrar algo el cual puede sostenerlos y darles una mejor calidad de vida.
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𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐀𝐍𝐍𝐄𝐋𝐈𝐄𝐒𝐄
أدب الهواةDonde Anneliese es enviada a Dinamarca a hacerse presente en una fundación importante. O Donde el príncipe Christian posa sus ojos donde no debe, comenzando los sentimientos que a futuro serían un problema para ambos herederos.