sol mío

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Nunca creí que después de un día de tanta lluvia saldría a la mañana siguiente un sol que por la ventana me deslumbra, era creyente de que si había tormenta quizás mañana estaría nublado más no habría nuevamente lluvia incesante que me tuviera presa, que a los dos días de aquella tormenta lentamente el sol haría acto de presencia, pero hoy me he dado cuenta, no sé si por la experiencia o por verlo tan de cerca, que mi cielo ha brillado fuertemente después de que ayer la tormenta no tenía ni pies ni cabeza.

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