¡¿Cómo te atreves?!

Capítulo 11.

Xu Yao salió del estudio imperial, con el corazón todavía latiendo salvajemente en su pecho.

Fue invitado en secreto al palacio.

Cuando llegó, ya estaba preparado para escapar por los pelos: el hecho de que el tirano lo estuviera buscando significaba que había descubierto su experiencia de vida oculta, y tal vez incluso sabía que todavía estaba buscando en secreto formas de recuperar a su padre del lugar del exilio.

Pero nunca esperó que tal conversación lo estuviera esperando en la sala de estudio imperial.

Xiahou Dan no solo no lo mató, sino que también dijo que su padre podía ser perdonado.　

Xu Yao todavía se sentía sorprendido cuando pensó en el significado implícito en las palabras de Xiahou Dan.

Cuando Taifu Wei sugirió que se debería culpar a su padre, ¿fue en realidad el rey Duan quien dio la orden?

¿Y el rey Duan se dio la vuelta después de inculpar a su familia y lo salvó, dando vueltas en un gran círculo, solo para reclutarle como consejero?

Xu Yao no lo creyó.

¿Quién no sabe que el emperador es estúpido, violento y loco?

Un loco... ¿dirá la verdad?

Xu Yao salió del palacio lleno de preocupaciones. Un momento después, Xiahou Dan también salió del estudio imperial y se secó las comisuras rojas de los ojos.

Estaba tan inmerso en la actuación que incluso derramó dos lágrimas cuando habló de la parte en la que lo mantuvieron en la oscuridad y era difícil distinguir entre lealtad y deslealtad.

La expresión de Xu Yao en ese momento era como si hubiera visto un fantasma.

'Hace buen tiempo'- pensó Xiahou Dan e hizo un gesto con la mano para que se alejara el carro del dragón hacia el jardín imperial.

Después de que Yu Wanyin tomó una siesta, salió corriendo del palacio lateral para tomar el sol y caminó hacia el jardín imperial sin darse cuenta.

Estaba observando los peces en el estanque cuando escuchó pasos rápidos. Un joven eunuco corrió hacia ella y gritó: "¡Su Majestad, algo malo va a pasar!".

Yu Wanyin: "¿Qué pasa?"

El pequeño eunuco entró en pánico y no pudo explicar el motivo en su boca. Yu Wanyin escuchó vagamente la palabra "Su Majestad" y se acercó a él: "¿Qué?"

Tan pronto como se acercó, el pequeño eunuco gritó, rodo hacia atrás y cayó al estanque. Revoloteó un par de veces en el agua presa del pánico y gritó: "Consorte Yu, por favor perdóname la vida, ¡sé que estaba equivocado!"

Yu Wanyin: "..."

Tuvo una premonición y se volvió lentamente.

Xiahou Dan estaba parado a diez pasos de distancia.

Xiahou Dan: "..."

Yu Wanyin: "..."

Xiahou Dan echó un vistazo a la escena del clásico encuentro de personas que ruedan solas, se dio la vuelta y se fue.

El pequeño eunuco que todavía chapoteaba en el estanque: "?"

Xiahou Dan no había dado unos pocos pasos cuando el joven eunuco volvió a subir y gritó: "Su Majestad, tengo algo que informar".

An Xian, que seguía al lado de su majestad, dijo: "¡Qué escandaloso"

El pequeño eunuco lo ignoró, y de repente sus palabras se volvieron sorprendentemente agudas: "El esclavo vio accidentalmente a la consorte Yu caminando con un hombre. Mirando hacia atrás, parecía que era un guardia. El esclavo lo intento atrapar y se escapó. El esclavo cuestiono a profundidad a la consorte, pero ella de hecho empujó al esclavo al agua..."