Y si me pegara, encontrarías tu camino para entrar.

Pasajero [parte 4]

Dokja se quedó allí, observando cómo se desarrollaba la escena con una especie de afecto por Joonghyuk que era nuevo y desconocido para él. Su brusco compañero siempre había sido una persona reservada, y la idea de compartir este lado íntimo de sus vidas con miles de desconocidos era extraña. Sin embargo, mientras observaba a Yoo Joonghyuk interactuar con Biyoo, no podía negar la imagen perfecta que formaban juntos. Era como si Joonghyuk hubiera nacido para ser padre, y la idea era a la vez aterradora y reconfortante.

El chat no dejaba de inundar la pantalla con mensajes de amor y apoyo. Joonghyuk estaba abrumado y se sentía un poco tímido mientras leía los comentarios.

[¡El Rey Supremo tiene una hija, esto es increíble!]
[ESTA ES LA COSA MÁS LINDA QUE HE VISTO NUNCA]
[¡Quiero aplastarle las mejillas tanto, Dios mío!]

"Bueno, parece que tenemos la bendición de Internet", dijo Kim Dokja, mientras recorría con la mirada los mensajes que aparecían en la pantalla. Joonghyuk lo miró con enojo, pero el afecto se reflejaba en su voz. "Muy gracioso, Kim Dokja".

—¿Qué? —Dokja fingió inocencia, alzando a Biyoo para hacerle una pedorreta en su mejilla regordeta. Ella se rió y la expresión de Joonghyuk se suavizó—. Sabes que me amas por lo gracioso que soy.

Yoo Joonghyuk suspiró y volvió a mirar la pantalla. "Lo juro, si ella empieza un meme por esto..." Se quedó en silencio, pensando en las posibles consecuencias de este giro inesperado de los acontecimientos. Pero mientras observaba a Biyoo, con los ojos brillantes de emoción mientras balbuceaba ante los sonidos de las donaciones, no pudo evitar sentir una sensación de cariño. Había disfrutado de la vida solitaria, pero había algo en esta pequeña niña que llenaba los espacios vacíos de su corazón que nunca supo que tenía.

Dokja se rió entre dientes y dejó a Biyoo en el suelo, mientras ella comenzaba a retorcerse en sus brazos. Se acercó a Joonghyuk, con los ojos pegados a las brillantes luces de la cámara web. "Parece que tiene talento natural", dijo, mientras la observaba mientras saludaba a la audiencia invisible. "Tal vez tenga futuro en el mundo del espectáculo".

Joonghyuk se burló, su angustia se alivió un poco. "Sí, tal vez ella sea la Bebé Suprema", bromeó, ganándose una risita alegre de Biyoo. Extendió la mano y la levantó, plantándole un beso en la frente. "Pero por ahora, ella es solo nuestra pequeña Biyoo".

Kim Dokja asintió con la cabeza y sonrió con dulzura. "Terminemos la transmisión", sugirió, "antes de que ella empiece a exigir su propia silla de juego". Joonghyuk puso los ojos en blanco, pero el afecto en su mirada era evidente. Se volvió hacia la cámara y se dirigió a su audiencia. "Muy bien, eso es todo por esta noche. Tenemos que poner a alguien a dormir".

El chat explotó con más comentarios, pidiendo una transmisión familiar, pero Joonghyuk simplemente lo descartó. "Ya veremos", dijo, con voz baja. "Ahora no, seguro. Tenemos cosas que hacer". Se inclinó para besar la frente de Biyoo una vez más, y ella imitó la acción, dando un beso húmedo en la lente de la cámara. El chat estalló en "awws" mientras Kim Dokja pretendía limpiarlo con un gesto dramático.

Terminaron la transmisión y el silencio en la habitación era casi ensordecedor después de la cacofonía de la charla. Joonghyuk dejó a Biyoo en el suelo y ella salió de inmediato de la sala de transmisión y regresó a su cuna, atraída por la promesa de un cuento para dormir. Cuando se quedó dormida, Dokja comenzó a limpiar la sala de estar y Joonghyuk sintió la cálida y pegajosa sensación de miel por este hombre extendiéndose en su pecho. "Gracias por ayudar con el desorden", dijo en voz baja.

Dokja levantó la vista con una sonrisa cansada en el rostro. "Es lo mínimo que podía hacer", dijo, frotándose los ojos. "Pero en serio, Hyuk-ah, eres muy bueno para ella".

El cuello de Yoo Joonghyuk se sonrojó de nuevo, pero esta vez no fue por vergüenza. Observó a Biyoo dormir en su pequeña cama. "Bueno, tuve que aprender a las malas con Mia", dijo con voz suave. La mención de su hermana le provocó una breve sombra en los ojos, pero rápidamente fue reemplazada por una pequeña sonrisa mientras arropaba a Biyoo con la manta.

Terminaron de limpiar en un silencio confortable. Joonghyuk no pudo evitar sentir una sensación de pertenencia que era extraña y relajante a la vez. Se sentó en el suelo, apoyado en la cuna, mirando a su pequeño ángel dormir. "¿Qué crees que deberíamos hacer ahora?", preguntó en voz baja para no molestarla.

Kim Dokja se sentó a su lado, con una mirada pensativa en su rostro. "Bueno, podemos seguir haciendo lo que estamos haciendo", se quedó en silencio por un momento, recordando todos los documentos que tenía que preparar para adoptarla. "No creo que se vaya a ninguna parte pronto".

Yoo Joonghyuk asintió, con los ojos todavía puestos en Biyoo. "Sí", apoyó la cabeza contra la cuna, sintiendo que el cansancio del día lo alcanzaba. "Por ahora, vamos a... dormir".

Ambos se levantaron y se pusieron en marcha en piloto automático. Joonghyuk tomó una manta del sofá y se acurrucaron juntos. La cuna estaba ahora más cerca del sofá para que fuera más fácil de controlar. Los suaves ronquidos de Biyoo llenaban la habitación silenciosa, una canción de cuna relajante para sus mentes cansadas. El calor de sus cuerpos y el suave ritmo de su respiración crearon un capullo de comodidad que ninguno de los dos quería abandonar.

Mientras yacían allí, Joonghyuk no podía quitarse de la cabeza la inminente tormenta online. "¿Te imaginas los titulares de mañana?", murmuró, con la voz cargada de sueño. "El rey supremo: de leyenda de los videojuegos a ama de casa en una noche".

Kim Dokja resopló, con el brazo colgando sobre la cintura de Joonghyuk. "No es tan malo, Joonghyuk-ah", dijo con voz perezosa y suave. "Se olvidarán de eso la semana que viene".

Pero Yoo Joonghyuk no estaba tan seguro. Sabía que Internet tenía una forma de aferrarse a las cosas más inesperadas, convirtiéndolas en sensaciones virales. "Eso espero", murmuró, cerrando los ojos. La comodidad de Dokja a su lado y la respiración constante de Biyoo calmaron su mente atribulada. Podía sentir el cansancio del día alcanzándolo, hundiéndolo.

En la quietud de la noche, con el resplandor de las farolas filtrándose a través de las cortinas, Yoo Joonghyuk sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: paz. El caos del día se había transformado de alguna manera en algo cálido y acogedor, como una manta que había sido colocada alrededor de su pequeña familia improvisada. Respiró profundamente, dejando que el aroma del talco para bebés y el leve aroma de la cena llenaran sus pulmones, arrullándolo hasta quedar dormido.

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