Felix es un joven de 21 años que necesita buscar un empleo lo más antes posible para poder pagar su casa, su alimentación y sus gastos personales.
Hwang Hyunjin, un hombre de 25 años dueño de una empresa buscando un secretario personal.
Un día cua...
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---Lo siento Lee, usted no ha pagado y sabes que esto iba a llegar si no pagaba a tiempo---Hablaba la señora al otro lado de la línea---Respecto a su ropa y sus cosas las tiraremos a la calle porque realmente no me importan, si llega a buscarlas bien, o si no se la llevarán.
---Solo necesito dos semanas más y lo pagaré.
---¿Me quiere ver cara de estúpida? Obvio que no, ya le di una oportunidad anteriormente, y no se volverá a repetir.
---¿Sabe qué señora? Puede irse a la mierda.
Felix colgó la llamada, para luego golpear la pared con frustración. Todo estaba perdido. Su puto jefe no lo iba a dejar salir por más que el edificio se venga abajo.
---Si sigues así romperás la pared---Se dió la vuelta al no reconocer la voz.
---Me da igual, por mí destruiría este edificio con el maldito jefe dentro.
---A veces pienso como tú---Dijo soltando una pequeña risa---Un gusto conocerte, soy Taehyung.
---Un gusto Taehyung, soy Felix, el secretario de Hwang.
---Lee, a la oficina---Se escuchó la voz de su jefe, los dos chicos voltearon y pudieron ver como tenía el semblante serio y una mirada fría.
---Creo que hoy no está de humor---Dijo el castaño---Hoy en el almuerzo estaré con Dahyun, si quieres ven con nosotros.
---Bien, estaré ahí. Ahora me voy, adiós.
---Adiós---Saludó con una sonrisa para luego irse.
Felix suspiró y se puso en camino hacía la oficina, al entrar vió a Hwang sentado en la silla con una pierna cruzada encima de la otra.
---Buenos días---Saludó como todos los días.
---Lee ven aquí.
"Lee", "Lee", " Lee". Felix lo iba a mandar a la mierda, pero inhaló aire por la nariz y luego lo soltó por la boca, se levantó de la silla y caminó hasta el escritorio del mayor.
---Traeme un café---Ordenó.
¿Usted no tiene piernas para irse a buscar uno? Ese pensamiento casi sale al aire si no fuera porque se volteó y salió rápido de la oficina.
Volvió y cuando le entregó el café, dispuesto a volver a su lugar, otra vez la voz de su jefe lo interrumpió.
---Ven aquí y siéntate---Felix se sentó en las sillas frente al escritorio del mayor---La actitud que tuviste ayer... No me pareció adecuada, nadie aquí tiene coronita, ¿entiende? Así que si eso se vuelve a repetir habrá consecuencias---Felix asintió con un movimiento de cabeza---Otra cosa más, cuando usted entra al edificio tiene que venir directo a la oficina y no quedarse hablando con los otros empleados.
