El club de Momo y Sana era un éxito, tenían bastantes seguidores en Instagram, Tik Tok y además abrieron otros clubes en diferentes paises.
Obvio Momo y Sana los iban a visitar, ¡Eran las idolas de las niñas! Hicieron un tour, o algo asi, por los países dónde abrieron sus otros clubes.
Y uno de esos países era Corea del Sur...
Sana estaba negada en ir, no quiera revivir el trauma ni revivirselo a Tzuyu.
Por parte de Tzuyu, en verdad no le afectaba tanto, era un dolor que venia de a momentos, pero en si, no era algo por lo que sufría mucho, no ahora.
Asi que decidió hablarlo con su esposa.
— Sana - habló la menor.
— ¿Si, cariño? - respondió la antes nombrada.
— Vamos a viajar a Corea, digo, por el tour - dijo Tzuyu mirándola.
— ¿Eso quieres? ¿Estás segura? - preguntó Sana dudosa.
— Por algo te lo digo, tonti - dijo Tzuyu abrazando a su esposa.
— Okay, vamos a hacer las maletas - dijo Minatozaki sonriendo mientras le correspondía el abrazo a su mujer.
Sana se paró de dónde estaba sentada y agarró su teléfono para avisarle a Momo que el viaje a Corea no se cancelaba.
Momo quedó algo confundida pero feliz a la vez, su amiga estaba avanzando y superando ese trauma.
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Sana, Momo y Tzuyu ya habían sacado los pasajes para volar a Corea del Sur, realmente estaban muuy emocionadas.
Momo soño con esto desde pequeña y gracias a Sana estaba cumpliendo sus mayores sueños, amaba mucho a su amiga.
Sana solamente estaba feliz, viajar por todo Asia con su mujer y su mejor amiga, ¡No había nada que la ponga más feliz que eso!
Cada vez faltaba menos para el viaje!
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¡Hoy era el día!, al fin iban a viajar a Corea del Sur y a visitar sus otros clubes!!
Estaban super nerviosas, pero mucho más emocionadas, querían conocer a sus fans o gente que las seguía, no entendian muy bien.
No eran muchas horas de viaje, llegaron en dos horas y de los nervios ni hambre tenian, la ansiedad las comía.
Cuando bajaron se quedarin viendo un shopping que estaba cerca y compraron algunas cosas, se habían olvidado de la ropa linda que tenía Corea del Sur.
Pero recordaron a lo que vinieron ¡El club de danza!
Fueron casi corriendo al lugar, había bastante más gente de la que se imaginaron, ya se pusieron nerviosas de solo imaginarse hablar entre toda esa gente.
Aunque por suerte las esperaban unas amigas de ahí, Mina y Seulgi, las que atendían el club de ese pais, o bueno, al menos ese.
Sonrieron al visualizarlas, hace tiempo no las veian.
Pero bueno, después de saludarse y charlar un rato, empezaron a atender a la gente, o a las niñas mejor dicho, porqué este era su día.
Empezaron a entrar niñas con sus padres, ya que era grande el lugar.
En total eran diecisiete niñas y, ¡Oh!, justo llego otra.
— Buenas tardes - saludó Tzuyu a los padres de la niña.
— ¡Hola!, ¿Tzuyu, verdad? - preguntó el padre mirandolo.
— ¡Esa misma! ¿Te quedas con tú niña? - preguntó Tzuyu.
— Si, si, pasá, Hyunjin.
Ése nombre...
A Tzuyu se le revolvió el estómago.
Empezó a recordar todo lo que paso.
No, no. No podía ser su Hyunjin, su hija estaba muerta, ¿Verdad?
No podía ser ella, no, no, no, n-
— Tzuyu, ¿Todo bien, cariño? - habló Sana sacandola de su trance.
— S-si, me quede pensando, nada más - respondió Tzuyu.
Ella no se iba a quedar con la duda, y menos con ese mal sabor de boca.
— ¡Hola niñas! Yo soy Sana, seguro me deben conocer, por Reels, Tik Tok, o lo que fuere. Pero hoy voy a ser su maestra junto a mi amiga Momo, ¿Están listas? - habló Sana con su tono amigable.
Todas las niñas empezaron a saltar y gritar, Sana amaba ver así a las niños.
Mientras Tzuyu analizaba a la niña esa, Hyunjin.
— Tzuyu, ¿Puedes poner la música? - dijo Momo.
Tzuyu se limitó a hablar y simplemente puso la música
"Gee" de Girls' Generation sonaba en el altavoz del salón mientras Momo enseñaba una coreografía inventada por ellas a las niñas y Sana corregía los pequeños errores que podían llegar a cometer.
— Linda, ¿Tu nombre? - preguntó Sana a la niña de trencitas.
— Yena - respondió la antes nombrada.
— Tienes que mover la cabeza así y esta parte así - enseñó otra niña, la parte de la coreo que no le salía a la niña Yena.
— ¡Que rápido aprendiste!, ¿Tu nombre? - preguntó otra vez Sana.
— Hyunjin - respondió la niña.
Sana se paralizó.
No sabía en que momento, pero se cayó al piso.
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