Héroe de otro mundo (Bakugou Katsuki)

La persona en la que me converti

Cuando abrí los ojos todavía sentía la presencia de la muerte en mi cuello, respiré como si nunca lo hubiera hecho, como si hubiera renacido. Los primeros atisbos de luz del amanecer se podían avistar a través de las cortinas rosa pastel.

Supe entonces que estaba en un lugar extraño, era una habitación desconocida,  grande y luminosa. Me levanté sintiendo el cuerpo más liviano de lo normal, me temblaron las piernas cuando la piel desnuda de mis pies tocó el suelo, caminé por el espacio, todo era descaradamente fino y elegante. Frente a la cama, sobre el tocador, había un espejo, me detuve frente a él con el corazón en la boca. Quien se reflejaba no era yo, esos agudos ojos violetas que me observaban asustados no eran los míos, el largo cabello azabache y el flequillo descuidado no se parecían al mío rubio. Esta persona frente al espejo era Miyamura Kathlen y de alguna manera, yo me había convertido en ella.

Me convencí de que era real, tenía que serlo porque no habría otra explicación más lógica que la reencarnación, para morir y despertar en otra vida, aunque había muchos cabos sueltos decidí que la forma de haber terminado aquí, era la menor de mis preocupaciones. Y lo sería para cualquiera cuya muerte prematura estuviera la vuelta de la esquina.

Han pasado apenas 2 semanas desde que me convertí en Miyamura Kathlen, ser ella es un poco abrumante, nunca había tenido tantos lujos y riquezas en mi vida anterior, pero creo que incluso con su belleza y dinero no habría elegido ser ella nunca. La historia de Kathleen es un poco trágica, en el manga ella era una villana novata, un personaje secundario que aparece en un solo arco, pero que desafortunadamente muere en manos de su padre, después de haber sido utilizada como herramienta para enfrentarse a Midoriya Izuku.

Sólo tuvo participación en un par de capítulos, pero a mí, como a muchos fans, nos removió un poco el corazón ver que dedicó toda su vida a quien finalmente la traicionó. Fue lo que más me conmovió, pensé que merecía algo mejor, que podría haber sido alguien mejor. Y tal vez fue eso lo que me trajo aquí, pero solo puedo especular al respecto.

Si pudiese recordar con exactitud, tal vez podría encontrar una respuesta, pero mis recuerdos están borrosos. Y a cada hora, a cada minuto, siento que lentamente mi identidad se desvanece. Estos días he estado escribiendo en un cuaderno cada detalle de mi vida pasada, mi nombre, el de mi mamá, mi edad, las cosas que me gustan. Y cuando siento que estoy a punto de olvidarlo, lo vuelvo a leer.

Y aunque es arriesgado, también escribo información importante del manga, de lo que pasará en un futuro, porque temo olvidarlo y quedarme en la nada. Me ha costado un poco ubicarme en el espacio tiempo de la historia, pero finalmente lo consigo, y sé con seguridad que estoy en Estados Unidos, Los Ángeles. Faltan cuatro meses para que Kathleen sea enviada a Japón por su padre y comience el nuevo arco. Estos meses para mí son oro, debo aprovecharlos y adelantarme a la historia.

Así que decidida, bajo el comedor donde Toshiro Miyamura me espera para cenar.

Por un tiempo son sólo los ruiditos de la cena lo que se oyen en el comedor, el sonido de los cubiertos contra la porcelana, respiro hondo antes de tomar la palabra.

— Padre. — Cuando Toshiro levanta la mirada me congelo, es un hombre serio, de porte elegante y atractivo, pero sus ojos violetas no tienen ni una pizca de amor por su hija.  Es extraño y poco razonable, pero cuando me mira mi pecho se llena de calidez, del amor más puro y filial. Pero al mismo tiempo mi interior se remueve de amargura y odio, porque no existe ni la mínima compasión en sus orbes, solo la indiferencia endulzada con bonitas pestañas.

— ¿Qué sucede? — su voz, aunque baja, casi como un susurro, es suficiente para tensar el ambiente. Mentiría si dijera que no me aterra, pero estas emociones de Kathleen son las que me mantienen firme y al mismo tiempo pesan como una cadena en el tobillo.

Titubeo antes de hablar, pero cuando él vuelve la atención a su platillo vegetariano, logro formular las palabras.

—Estos últimos días han sido… un poco difíciles, extraño a mi madre y a mi hermano. Me gustaría viajar a Japón a verlos. —

Aunque estoy un poco nerviosa, estoy casi segura que recibiré una respuesta afirmativa, él me terminaría enviando a Japón de todas formas, no creo que él considere desventajoso dejarme marchar.

— Es un poco sorpresivo, creí que deseabas quedarte conmigo. — De hecho así había sido, cuando su madre se divorció de Toshiro y regresó a Japón junto a su hermano, Kath había decidido quedarse en Los Ángeles.

— Sí, pero es sólo por unos días, para visitarlos. —


Toshiro bebió de su copa de vino, observándome con cautela, buscando algún rastro de mentira en mis expresiones.
— Adelante, viaja a japón, pero… ya que estás allí deberías quedarte todo el año.

Toshiro se puso de pie, se acercó a mí y presionó una mano en mi hombro.

— Pronto empezará lo que tanto hemos estado esperando. — Su voz se volvió un susurro, y se perdió en el abrazo que me dio. — Amada hija ¿puedo confiar en ti?

Cerré los ojos escondiendo el rostro en su pecho y odié la manera en que su perfume olía casa, a familia. ¿Cómo podía sentirme tan cómoda entre sus brazos, cuando sería él quien finalmente acabe conmigo?

// Holis a todos, esta es mi segunda historia de Bakugou, para quienes no la conozcan es “Como Declararse a Bakugou sin Morir en el Intento” y se encuentra en mi perfil, para quienes vienen de esa historia, espero disfruten de igual manera esta y puedan darle mucho apoyo. Besitos 🧚‍♂️