¿Demonios?

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La ciudad guardaba un silencio incómodo y de tensión, un distrito como Asakusa que es tan energético y visitado, ahora guardaba silencio, en las calles se solían escuchar risas, gritos de felicidad y la voz feliz de la multitud, ahora es un lugar frío, callado y ahora los susurros son lo único que consuelan la ciudad.

Nos situamos en las calles de Asakusa, el anochecer ya había llegado, los vendedores ya empezaban a cerrar sus restaurantes y las personas caminaban a sus casas, la noticia del genocidio ocurrido al otro lado del distrito hizo que el miedo y la desconfianza ahora fueran los valores primordiales de la ciudad.

Se podían ver a tres siluetas caminando por las calles oscuras, apenas alumbradas por unos cuantos postes de luz junto con la luz de la luna, caminaban en silencio y despacio, mirando a todo lado.

 —Han pasado 4 días, no ha habido nada nuevo desde entonces—Iniciaría la conversación Tomas

 —Debemos mantenernos con calma, los pasos que hacemos deben ser muy precisos—Continuaría la conversación Kuai Liang

Bi Han miraría a ambos con cierta incredulidad y molestia.

— ¿Cuánto tiempo piensan seguir escondidos? Debemos movernos, aquí no encontraremos nada, y lo que Kuai Liang vio no sirve para ninguna pista— Diría el Linkuei mayor.

 —Debemos andar con paciencia, lo que hicimos no es para tomarlo a la ligera—Tomas responde a la objeción de Bi Han.

—¿y a quién le tememos? Somos los Linkuei, no hay nada en esta estúpida ciudad que pueda enfrentarnos.—

—¡Calmate Bi Han!, no sabemos donde estamos ni a que podemos enfrentarnos—Kuai Liang alzaría su voz para calmar la impaciencia de su hermano.

El silencio se guardaría unos segundos, después se sentirían observados, se mirarían entre sí, dándose a entender que ya los tres se dieron cuenta.

Después en el ambiente empezaron a aparecer estampados que rodearon a los Linkuei, los tres juntan sus espaldas cubriendo cualquier dirección, miraban a todos lados, buscando cualquier indicio de ataque.

Después en el ambiente empezaron a aparecer estampados que rodearon a los Linkuei, los tres juntan sus espaldas cubriendo cualquier dirección, miraban a todos lados, buscando cualquier indicio de ataque

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A lo lejos escuchaban la voz de una mujer, pero no lograban ubicarla.

—Ríndanse, no quiero hacerles daño—La voz de una mujer adulta sonaba en los alrededores.

—¿Y por qué estás aquí?— Agregaría Kuai Liang con desconfianza y rudeza en sus palabras.

Los Linkuei seguían mirando a todos lados, preparados para cualquier ataque.

—Ustedes fueron los responsables de la masacre, ¿verdad?—La voz de la mujer se volvia a escuchar.

— No tenemos que responder nada ante ti— Bi Han respondería a la acusación de la mujer con agresividad

El Linkuei en Kimetsu no yaiba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora