CAPITULO I

180 26 1
                                    

Sombras

En la universidad, Jeon Jungkook y Park Jimin eran los marginados, los nerds que soportaban burlas y desprecio.

Sus rostros ocultos tras gruesas gafas, sus cuerpos encorvados bajo el peso de los libros, eran el blanco perfecto para los matones del campus.
Pero lo que nadie sabía era que detrás de esa fachada de vulnerabilidad se escondía un dúo letal.

En las sombras de la noche, Jungkook y Jimin se convertían en algo más que simples estudiantes. Sus pasos, antes tímidos, ahora eran precisos y mortales. Sus miradas, antes evasivas, ahora brillaban con una determinación fría como el acero.

La ciudad de los "sueños" era un lugar donde las luces parpadeaban como estrellas en la noche, pero también ocultaba secretos oscuros. Los pasillos vacíos de la universidad se convertían en su campo de entrenamiento. Mientras los demás estudiantes resolvían ecuaciones, ellos calculaban ángulos de tiro y trayectorias. La cafetería, escenario de risas y charlas, se volvía su punto de observación.

Nadie sospechaba que los dos nerds, los dóciles de la universidad, eran los responsables de las muertes inexplicables que sacudían el campus. Los matones se burlaban de ellos sin saber que estaban jugando con fuego.

Pero ¿qué fuerza los impulsaba a caminar por el filo de la navaja, entre la luz y la sombra?
Jungkook y Jimin compartían más que apuntes y libros. Compartían secretos, habilidades mortales y una conexión que trascendía lo mundano.

En su "lugar" como solían decirle, bajo la luz tenue de una lámpara, practicaban movimientos de artes marciales y afinaban sus habilidades de sigilo. La adrenalina de la caza los unía, y sus corazones latían al ritmo de la venganza.

El dúo de asesinos se movía como sombras en la noche, dejando tras de sí un rastro de misterio y muerte. Sus víctimas, cuidadosamente seleccionadas, desaparecían sin dejar rastro. La policía estaba desconcertada, incapaz de encontrar un patrón o una conexión entre los casos.

Jungkook y Jimin se comunicaban en un lenguaje silencioso. Sus miradas se cruzaban, y sabían exactamente qué hacer. Uno distraía a la víctima mientras el otro se acercaba sigilosamente. Un cuchillo afilado, un golpe preciso, y todo terminaba. Luego, desaparecían en la oscuridad, como si nunca hubieran estado allí.

Pero la vida de asesinos tenía un precio. Las noches sin dormir, la tensión constante, la paranoia. Jungkook comenzó a tener pesadillas, visiones de las caras de sus víctimas. Jimin se volvió más reservado, sus ojos perdidos en algún lugar lejano. Ambos sabían que no podrían seguir así para siempre.

Un día, mientras observaban a su próxima víctima desde la sombra de un callejón, algo cambió. Jungkook vio el miedo en los ojos del hombre, la desesperación. ¿Qué lo había llevado a este punto? ¿Qué oscuro secreto lo atormentaba? Jungkook sintió una punzada de empatía, algo que no había sentido en mucho tiempo.
Jimin lo miró, y supo que también había sentido lo mismo. Había llegado el momento de tomar una decisión.

¿Seguirían siendo cazadores implacables o buscarían redención? La ciudad de los "sueños" les ofrecía una última oportunidad para cambiar su destino.

La última Bala (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora