𝓕𝓪𝓷𝓽𝓪𝓼í𝓪 - 𝓗𝓪𝓭𝓪𝓼

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Prinance Kingdom, mejor conocido como "el territorio de las Hadas", es un reino compuesto por un complejo de islas flotantes rodeadas del más azul de los cielos, y sin olvidar sus blancas y esponjosas nubes

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Prinance Kingdom, mejor conocido como "el territorio de las Hadas", es un reino compuesto por un complejo de islas flotantes rodeadas del más azul de los cielos, y sin olvidar sus blancas y esponjosas nubes. Es un lugar poseedor de una excelsa belleza, no solo por sus magneficentes construcciones de un estilo victoriano moderno, sino que también por el encanto natural de sus bosques y parajes.

Pero más que por todo su innegable esplendor, Prinance daba de que hablar debido a sus habitantes, esos preciosos seres alados dotados de gran delicadeza y elegancia, que gozaban de lindas facciones y unas hermosas alas que brillaban al contacto del más pequeño rayo de sol.

Las hadas eran conocidas por ser los seres más bellos de los Tres Reinos, pero había uno en específico que era el centro de los rumores, porque a sus cortos 20 años ya era considerado el más hermoso de todos.

El príncipe heredero, Jeon Jungkook.

Su nívea y tersa piel; sus blancos cabellos ondulados y rebeldes; sus preciosos y brillantes orbes, grisáceos cual bruma espesa; y sus labios rojizos, eran los justificantes de este hecho. Chicos y chicas caían completamente enamorados de él con solo una mirada, y esto no pasaba solo en Prinance, también en el Pantano de los Elfos y en el Bosque de las Ninfas.

Por esa razón Park Jimin, guerrero que había jurado proteger con su vida al reino y conocido por las grandes batallas que había liderado y vencido, no se sorprendió cuando su corazón se aceleró el día que vio por primera vez al príncipe, cuando fue presentado ante la corte casi dos años atrás, él dia que cumplió sus diecinueve años.

Cuando esos orbes grisáceos cayeron sobre su persona sintió como su corazón se ralentizaba por unos segundos, para luego comenzar a bombear con fuerza. Todas las personas a su lado desaparecieron, y lo único que estaba en su mente era el precioso chico frente a él. Sus manos incluso temblaban y sudaban debido a los nervios, pero su cerebro solo procesó una cosa, y eso era su deseo de seguir observando esos ojos el resto de su vida.

Por suerte para él, el príncipe también se había quedado absorto en sus orbes ambarinos. Desde hace tiempo venía escuchando las grandes batallas lideradas por ese guerrero joven que estaba siendo sensación en todo el reino, pareciéndole increíble que con tan solo veinticuatro años, ya su nombre y retrato estuvieran plasmados en libros que contenían la historia de Prinance hasta la actualidad; y como dato adicional, debía admitir que esos retratos no hacían para nada justicia a la belleza que poseía el guerrero. No creía que hubiera algún pintor capaz de dibujar a la perfección sus hermosos rizos largos y dorados, ni sus delicadas facciones o labios pomposos.

Ninguno de los dos pudo evitar acercarse al otro esa noche. Tuvieron una amena y divertida conversación durante toda la fiesta, y no dudaron en citarse otro día para seguir hablando. A partir de ahí sus encuentros se volvieron más frecuentes, al punto de que Jungkook se escapaba del palacio para salir con el rubio y pasar el día juntos. Esa amistad que se consolidó el día de la fiesta fue escalando a más, hasta que sus sentimientos por el otro fueron tan incalculables que fue imposible no confesarse.

ᖇETO -- 𝐸𝒹𝒾𝒸𝒾ó𝓃 𝟢𝟣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora