Atsushi Nakajima es...

Fuerte

Buenos días mis criaturitas.

Disculpen la demora, no han sido días buenos. Espero que este capítulo compense un poco la tardanza.

Aclaraciones:

Esta historia contara con 15 capítulos cortos.

Pareja: Atsushi fem x Akutagawa fem

No esperes que actualice rápido.

Estás advertido.

Sin más por el momento, disfruta de la lectura.

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Atsushi Nakajima es...
Por: Artik Queen
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Capítulo 5. Fuerte
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Sabía que moriría. No ocupaba ser un genio para entenderlo. A diferencia del tigre ella no contaba con regeneración, así que las estalactitas que se dirigían rápidamente en su dirección le atravesarían el cuerpo y acabarían con su vida.

No pudo evitar sonreír. De ira y de frustración. De ironía. Sabía que moriría joven, no creyó que tanto. Pero estaba bien con eso. Es sólo que...

No cumpliría su promesa con la tigresa.

Y eso se sentía... mal.

"¡Akutagawa!"

El grito agudo le hizo temblar la mirada. No quería verla. No quería ver el horror de su voz transmitido por sus ojos.

Atsushi sonaba aterrada.

Cerró los ojos antes de ser traicionada por un impulso y desviar su vista hasta la chica. Sabía que no podía esquivarlo. Al menos quiere pensar que será rápido, aunque ella de hecho no merezca una muerte así.

Esperó el golpe lacerante y el dulce beso de la muerte.

Pero el golpe que recibió le robó el aliento de una manera diferente a la esperada, con un azote violento en la espalda y la parte posterior de la cabeza.

El peso de un cuerpo cálido sobre el suyo.

La muerte no debía sentirse tan cálida y complaciente -piensa-, la muerte no olía a flores de primavera ni te abrazaba con delicadeza.

La muerte no gemía de dolor.

Aún así soltó un quejido lleno de molestia y abrió los ojos lentamente intentando dilucidar qué era lo que pasaba a su alrededor, acostumbrándose a la poca luz de la cueva y la experiencia de seguir viva.

La imagen frente a sus ojos la horrorizó.

Atsushi -sobre ella- yacía atravesada por el ataque del enemigo, bañándolas a ambas con su sangre.

Tuvo el impulso de querer alejarse, arrastrarse fuera de su cuerpo en medio de gritos ahogados al tener sangre bañándola como alguna vez la tuvo en su infancia después de matar a unos sicarios.

Pero el abrazo protector que le acuna le hizo desistir.

"¡Pero qué estás haciendo, tigre! -gritó rayando en la histeria al ver la escena grotesca, retirando con Rashōmon las columnas que empalaban a su compañera- ¿¡Por qué mierda te atravesaste!?"

El rostro se alzó orgulloso a pesar de la respiración agitada, el tornasol la observó con detenimiento buscando comprobar con sus propios ojos que todo estaba bien.

La sonrisa amable que siguió le llenó el corazón.

"Porque no iba a dejar morir a mi compañera"

Algo se removió en su interior de manera incómoda y desconocida. Tan parecido y tan diferente de cuando Dazai-san la invitó a la Port Mafia y le prometió un propósito.

"Eres una tonta -le dijo mientras ella se levantaba de encima y avanzaba hacia el enemigo con sus heridas nuevamente cerradas- ¿Seguirás peleando?"

La vio ponerse en posición de ataque, respondiendo sin mirarla.

"¿Acaso ocupo una razón para seguir adelante, Akutagawa?"

Y se lanzó nuevamente a la pelea aún frente a su escepticismo. El orgullo se filtró serpenteante en sus rasgos sin poderlo evitar. El tigre había cambiado tanto que a penas la reconocía. No quedaba en ella la chica asustadiza que seguramente habría huido o la habría dejado morir.

La chica tigre era merecedora de elogios.

Quiso levantarse para continuar la batalla, no quería que Atsushi se llevara toda la gloria, pero un dolor agudo en su costado se lo impidió.

"Oh"

Entre la adrenalina y la sangre fue fácil ignorar la gran herida en su vientre. Se levantó el abrigo solo para ver la carne machacada. Atsushi no la había podido cubrir por completo, probablemente no se había dado cuenta.

Se concentró nuevamente en la batalla. Atsushi no podría ganar sola, no sin ella. Y su vista comienza a distorsionarse lentamente, volviendo las siluetas manchas ininteligibles.

¡Maldición!

Se iba a morir desangrada antes de que Atsushi ganara al golem de roca. Fyodor seguramente escaparía. Al menos que...

Al menos que...

"¡¡Tigre!! -junto todas sus fuerzas antes de gritar, la voz sonó ronca y desafinada en sus oídos, le cuesta concentrarse- ¡Gana aunque sea lo último que hagas!"

Y levantó su brazo, estirando toda su longitud hacia ella. La chica que odiaba. La chica que la había salvado. La chica que quería conocer un poco más.

Le entregó a Rashōmon.

Y cerró los ojos una vez más abandonándose a la muerte en medio de un grito agudo que desgarro el aire, está vez respirando con tranquilidad. Atsushi con Rashōmon ganaría sin lugar a dudas, después de todo...

Atsushi Nakajima era... genuinamente fuerte.

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Avance del próximo capítulo: Audaz.
La mano que no estaba ocupando la suya se alzo para acariciar su mejilla. El calor de su palma le dio cosquillas en la piel antes de seguir su camino y tomar uno de sus cortos mechones entre los dedos.

Hasta aquí criaturitas, espero que les haya gustado.

Se despide, Artik Queen.