lirios

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                          Capítulo III

"Aveces dormir es la salvación de muchos de mis problemas. Los puedo evadir sumergiendome en un mundo ficticio. Tal vez la muerte me ayude a evadir toda mi conciencia. "

Imagínate estar tirada en un lugar erótico, lleno de hombres gays y jóvenes desesperados por sexo.
Al menos ellos están divirtiéndose supongo.
Les arruine la fiesta, una disculpa.
Me desmaye, que débil yo.

No pude procesar tanta información que me llegó de un madrazo, mi hermano resulta que conocía el lugar en donde murió un chico que le fascinaba el peligro. Mi hermano se acostaba en ese lugar con un stripper mientras tenían el sexo más excitante de su vida.
Pero aparte de ser stripper era el amor de su vida. ¿Como le digo a Eddy que el amor de su vida esta hecho pedazos en un parque? Mejor callar. Callar es la mejor herramienta de los mentirosos. Aveces.

Desperté en el carro de Emilia, estaba ella con Edson dándome aire con unos pedazos de cartón de cerveza.
Me desperté viendo todo borroso, sus caras no se me hicieron familiares, al inicio crei que estaba en una especie de purgatorio.

Me levanté rápido para evadir cualquier peligro pero... Que alivio, solo eran ellos.

-¿Que sucedió Cristina?

Me dijo Eddy. Vaya, era la primera vez que lo veía con una playera. Su playera era negra, muy básica. También traía pantalón. Me gustaba más cuando no tenía nada encima, solo unos shorts cortos y una Correa de... Olvidaba que el era de mi hermano, discúlpenme.

-Me desmaye, fue mucha información.

Dije mientras intentaba soltar una risa. Di mucha vergüenza con esa risa tan falsa.

-Que alivio que hayas despertado.

Me dijo Emilia mientras seguía ventilandome con el cartón.

-Mira Cristina, siento haberte presionado por lo de tu hermano...
-No fue por eso Eddy, no le digas "tu hermano" ni tampoco "Thony". Dile "Mi novio".

Eddy sonrió lentamente, se que por dentro moría de la emoción de que su relación haya sido aceptada al menos por mí.

-Mi novio estaría muy feliz de esto. Porfavor, tiene que volver. Quiero verlo un vez más.
-Eddy, no es el momento. Luego hablamos de tu novio ¿vale?

El asintió con la cabeza, algo decepcionado.

Yo miré a Emilia enojada. No me dijo nada de que Anthony tenía la llave.
Ella me miró y me negó con la cabeza asustada. Yo también le negué con la cabeza enojada.

-Yo tengo que ir a trabajar. Porfavor llamenme.
-Si, Eddy. Pásame tu número.

El buscó entre sus bolsillos. Encontró un pedazo de papel y Emilia busco entre su bolso un lapicero. Ella se lo entregó.
El anotó su número y me lo dió.

-Si necesitas algo de mi me dices, Cristi. Dile a mi novio que... Que lo amo y que espero formalizar las cosas algún día.
-Lo haré, apenas vuelva, será lo primero que le diga.

El me abrazó, ahora entiendo a mi hermano. Claro que le gustaba que lo abrazara, ni yo podría despegarme de este pedazo de hombre.
Se bajó del carro y me quedé con Emilia, solas, otra vez.

-Cristi, yo...
-Emilia, basta de secretos. Dime ahora todo lo que me tengas que decir.

-Bien, Anthony sabía de la morada. Lo invite hace tiempo porque ahí había dejado unos trajes de baño.
-Ah es cierto. Cuando fuimos al lago con Israel, fue la última vez que nos vimos.
-Sí, le dije que no te dijera. Porque no quería que fueras algún día y verme a mi y a mis amigos fumando mota mientras teníamos una pistola en medio.
-El sabía que hacías eso supongo.
-No, tampoco. Le dejé las llaves para que fuera por cualquier cosa pero, nunca se las volvi a pedir. El siempre me avisaba que iba a ir a la Morada, no me decía para qué. Pero yo lo dejaba. Se convirtió en su cabaña secreta.
-Nunca me dijo.
-Te iba a decir. Me confesó que lo haría, yo intente impedirlo pero nunca entendió. Pero de la nada me dijiste que se fue.
-¿Como llegaron esas llaves a Gerardo?
-No lo se, eso no lo se.

Conciencia y mi moral (borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora