Nada fue un Error || 𝒟𝑒𝓈𝒸𝑒𝓃𝒹𝒾𝑒𝓃𝓉𝑒𝓈.

Inolvidable

Los rumores son ciertos. Me voy a poner a seguir este fic. Peero, ya saben denle cariño para que tenga más ganas de hacerlo rápido, y no me vaya a Shigatsu jajajaja

Por cierto. Hay mil cosas que hablar de este capítulo. Pero para recapitular:

Para haber hecho una película que habla de viajes en el tiempo, descendientes no tiene la menor idea sobre cronología. Es imposible hacer cuadrar todos sus eventos según los van mencionando, por lo que hice mi propio canon de tiempo. Se supone que este fic ocurre 5 años después de la broma. 

Algunas secuelas que para este punto ya son canon, sería la Cenicienta 2, La bella Durmiente: La venganza de Maléfica, y... ah, claro, Ariel ya está embarazada.

Y, sé que Derek no forma parte de las películas de Disney, pero tenía ganas de meterlo. Así como a Sofía. 

—Soy la Reina de Corazones. Soy la Reina de Corazones.

Esas eran las palabras que Bridget se repetía todas las mañas al despertar.

Amanecer bañada en sudor no era uno de sus mayores placeres. No era apropiado para una Reina de su categoría, tener tales ataques. Pero desde aquellos días, las pesadillas eran su única compañía por las noches.

El sueño se repetía, siempre se repetía. Todas las noches sin falta, una y otra vez, el mismo momento pasaba por su memoria.

Le recordaba que nadie merecía clemencia de su parte. Apaciguaba sus sentimientos de culpa, así como sus inquietantes preguntas sobre como sería retomar sus antiguas creencias.

No valía la pena, la gente siempre abusaría si ella les extendía la mano. Tenía que darse a respetar, tenían que temerla, aterrorizarse al escuchar su nombre, porque solo así se lograría un futuro que durara milenios. Nadie cuestionaría su legado, solo con miedo.

El miedo de todas las mañanas, pasaba a convertirse en ira y rabia. Sus mejillas se inflaban, y las lágrimas de tristeza pasaban a ser de coraje. Cerró su puño con fuerza, y Bridget golpeó lo primero que tenía a la mano, incluso si solo era la almohada.

Lo detestaba, detestaba ese mundo tan inmoral. Incluso si sus hermosos pensamientos sobre la bondad del universo la persiguen, suplicando por un poco de amor, Bridget siempre terminaba por alejarlos. El amor no servía de nada, así como sus sentimientos.

Después de todo, lo había visto en el espejo. Ella terminaría por perder todos sus sentimientos, y sería consumida por el rencor. Cuando no necesitara más de su corazón, esos pensamientos dejarían de molestarla, y la palabra 'Corazones' no se usaría más que para mencionar su título real.

Su corazón quedaría completamente frío, crujiendo como el hielo de invierno sobre una laguna helada. Tan frío, que quemaría su pecho. Su odio consumiría todo, ese odio que ahora le quemaba como si de un hueco en el estómago se tratara y que se volvía más caliente a cada día que pasaba.

Todas las noches se repetía una y otra vez. Esa maldita broma, las carcajadas de Uliana, las burlas de todos los príncipes, la traición de Ella.

Ella, entre todos los hipócritas, era a la que más odiaba. Todo el cariño, respeto y amor que sentía por ella, lo había transformado en odio. Incluso después de tantos años, ella la seguía odiando. Incluso si en sus pesadillas intentaba ir tras ella, Merlín siempre la hechizaba antes de que pudiera alcanzarla.

Siempre se repetía una y otra vez. Los comentarios hirientes, las palabras sarcásticas de Merlín, el color de su cabello, los días de soledad, el terror al pensar que siempre se quedaría como un monstruo. La ejecución de Morgie, sus lágrimas, el extraño sentimiento que inundó su cuerpo cuando los guardias le entregaron su cabeza decapitada.