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La alarma retumbaba por toda la habitación, me cuestione si fue una buena idea haber vuelto en unos simples 3 minutos. Levantarme temprano es una de las cosas que más odio.

-Beatriz Horner! Tu alarma lleva sonando desde hace 5 minutos. - dijo mi papá.

-Soy un oso en proceso de hibernación, no me molestes.- escuché la carcajada de mi papá.

-Muy graciosa, en 10 minutos nos vamos, apúrate.

Hoy era día de prácticas, eso significaba que probariamos los ajustes que hicimos, que sufrimiento y mas con este calor infernal, pero veamos el lado positivo, la ropa de verano es la mas linda.

Desayuné con la mirada fija al reloj que indicaba las 8 de la mañana, pensando en lo que me esperaría en el paddock. Hoy debía conocer a los pilotos, lo único que pedía es que sea un buen ambiente laboral.

-Bea! Nos tenemos que ir ya. - escuché la voz de mi papá.

Pasamos la entrada controlada por la seguridad y entramos con rumbo al garaje de red bull.

De camino admire todo como cuando era niña, todavía me acuerdo las veces que hacía amigos y jugábamos a las escondidas o también cuando robábamos dulces de las mesas del bar. Se me vino una imagen borrosa a la mente, era un niño, si no mal recuerdo me enamoré de él por un collar con un dije de monoplaza que me había regalado por haberlo salvado de la regañada que le daría su padre, aunque no recuerdo el motivo del porque.

-Llegamos. - mi papá me sacó de mis pensamientos.

Abrí la puerta lentamente y vi un pasillo que nos adentraba al tan famoso garaje.

-¿Que tal?- preguntó

-Igual que como lo recuerdo, no cambiaron nada o al menos no en este. - dije mirendo la pared con trofeos que tenia adelante.

-Horner, acá estas. - escuché una voz detrás nuestro, se escuchaba aliviada. Me di vuelta para ver de quien se trataba.

-Checo! Justo en el momento indicado, ella es mi hija Beatriz. Beatriz, el es checo, nuestro piloto y tu rata del laboratorio de ahora en más. - bromeó

-Mucho gusto.

- El gusto es mío.- sonrió amigablemente

-¿Que te trae por aquí?- preguntó el horner mayor, yo seguí inspeccionando el garaje mientras apreciaba los trofes con un poco de polvo.

-Es max, no durmió en toda la noche, otra vez.- dijo el recién llegado, ¿Quien seria Max?¿Su perro? ¿Que tiene de relevante su perro?

-¿Quién es Max?- pregunté volteandome

- Es el otro piloto. - respondió el Horner.

-No es muy inteligente que digamos, ¿Quien no duerme antes de correr un fórmula 1?- Bromeé

-¿Disculpa? - escuché una cuarta voz, suponiendo el tono de voz y lo que acababa de decir no cabian dudas que era el tan nombrado Max.

Me di la vuelta para conocerle la cara, me tope con un rubio de ojos azules y extremadamente alto. Su figura irradiaba poder, este mismo me miró de arriba a abajo, como si me inspeccionará y durante unas milesimas de segundos nuestros ojos se encontraron. Si no fuera idiota sería mi tipo ideal.

-Max, ¿Que dijimos de no dormir?- escuché como lo regañaban como un nene chiquito, estuve apunto de soltar una risa y creo que lo notó.

-¿Y tú quien eres?- escupió enojado.

-La nueva diseñadora gráfica. - dijo mi papá - y mi hija.

Su cara de enojo habia pasado a una completamente de verguenza, que tipo arrogante. Mi idea de tener un buen ambiente laboral ya se había echado a perder.



Luego de mostrarle los arreglo a Checo y que él estuviera de acuerdo se despidió de mi dejándome trabajar en unos detalles en mi computadora. Escuché unos ruidos detras mío. El destino no quiere que trabaje, ¿Será una señal para tomarme un año sabático? Esperemos.

-No creo que funcionen tus arreglos. - opinó Max descaradamente detrás mio.

-Y.. ¿que crees que funcione?- pregunté sarcástica mientras me daba vuelta para poder verlo

-Oh.. no sé poner un alerón mas resistente, ¿quizás?.- habló con obviedad.

-Es imposible, tenemos un límite de flexibilidad. ¿Algo mas que aportar? - Enarque una ceja.

-Si bueno.. necesitamos mas carga aerodinámica. - protestó

-Si tuvieras un poco de interés en el trabajo que he hecho te darías cuenta que el piso del monoplaza está mas bajo para generar la carga. - dije indignada - no entiendo como llegaste a ser piloto.

-¿Y crees que tú si?- dijo con un tono burlón

-Definitivamente. -afirme

-Oh vamos, eres una niña de papi que juega a tener un trabajo, no durarias ni una milésima de segundo en una pista.

- Ya te puedes ir, tengo trabajo que terminar y tú una práctica en una hora. - dije irritada.

Debería empezar a trabajar en mi comunicación porque es una obviedad que cualquiera que me conozca a simple vista pensaría que soy una malhumorada, arrogante o egoísta, quizás si lo soy o quizás siempre he puesto a los demás antes que a mí, pero los roles ya se habían invertido hace tiempo y eso genero mi falta de comunicación con los demás. No me enorgullece, en realidad me gustaría cambiar eso pero el miedo a poder expresarme con una persona y que esa misma desaparezca de mi vida me supera, por eso prefiero estar sola, y aunque la soledad a veces se hace más presente de lo normal, es la única forma que se de vivir, es como estar acostumbrado a estar triste que cuando eres felíz no lo disfrutas o sientes que no lo mereces. Mi vida parece triste pero no siempre lo fue, todavía guardo conmigo escenarios felices, a pesar de que son escasos y solo son provenientes de mi infancia. Reconozco que es raro de entender porque nunca van a poder experimentar todo lo que viví pero tengo la certeza que saben a lo que me refiero, al sabor amargo que te queda en la boca después de recordar los sucesos mas traumáticos de tu vida, a ese silencio en tu cabeza que es más ruidoso que cualquier otro sonido, o al pensamiento constante de.. ¿Que hubiera pasado si..? ¿Y si no hubiera pasado? ¿Por qué pasó?.

La primera práctica había comenzado y los nervios me comían viva pero intentaba disimular lo más que podía, no quería que hubiera fallas. Me coloqué los audífonos para escuchar a los pilotos. Me comunique con ambos pilotos para que ellos me hablarán de las sensaciones en los cambios hechos y por como transcurría la práctica se podría decir que habia hecho un gran trabajo yo y los mecánicos que se habían quedado hasta tarde para terminar de perfeccionar los últimos detalles. Una vez finalizada la primera seción me fui a mi descanso, en dos horas deberia volver a la tortura, así que por el momento no habría nada que me pudiera molestar, bueno.. Max, pero él no está acá.

-Beatriz. - era la voz de Max.

Lo invoque, estoy completamente segura.

-¿Con que quejas vas a venir ahora?. - Exclamé

-De hecho con ningúna. -noto mi cara de confusión y siguió hablando- las ruedas traseras traccionan bien.

-Gracias.. ¿Supongo?- Forme una sonrisa incómoda.

-Bien, era solo eso. - y luego se fue.

Que hombre más raro.

Que hombre más raro

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Esto huele a.. Enemies to lovers...

Gracias por todo el apoyo🫶🏻🫶🏻

EGOCENTRIC - Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora