•𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑𝟏•

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•¡Cuentamelo, Mimi!

•¡Cuentamelo, Mimi!•

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─ Gracias... ─ Alcancé a balbucear; levanté la mirada esperando encontrarme con esos ojos de matiz azulado, pero estos eran opacados por la oscuridad de los lentes de sol que traía.

Ella arrugó ligeramente el entrecejó, bajé la mirada, un sentimiento de vergüenza me recorrió, ¿que debía hacer ahora? O ¿que debía decir?.

Un silencio incómodo se formó entre nosotras. Ella fue la primera en dar un paso atrás e irse, supongo que ya aburrida de la situación. Me sentí un poco más aliviada cuando al volver la vista ya no estaba, le agradecí al cielo que se haya ido, esa mujer me causaba escalofríos.

Yuki:

Mimi observaba la calle por la ventana de mi habitación, esperando ver a mi madre llegar. Pensé que este era el momento idóneo para preguntarle sobre cómo habían encontrado a la señora Nodoka ; sabía que la versión de mi madre no era cierta, pero también sabía que aunque se lo preguntara no me diría la verdad, pero Mimi seguramente si lo haría.

─ Mimi ─ la llamé

M: ¿Uhm? ─ articuló girando su vista hacia mí ─ ¿si?

─ Hmm... No es nada, olvidalo.

M: ¡No seas así, Nate! ─ se quejó haciendo uno de sus tiernos pucheros ─ ¡dime! No me dejes con la curiosidad.

─ Solo quería preguntarte algo, pero se que no me responderas con la verdad.

M: ¿una pregunta? ¿Cual? ─ interrogó, ahora con un semblante de curiosidad ─ ¡Dimela! Te prometo que te responderé con la verdad.

─ ¿segura? ─ ella asintió con decisión. Sabía que podía confiar en ella. ─ Bien, entonces dime ¿Que fue lo que le pasó realmente a la señora Nodoka?

Su semblante cambió ante la pregunta, estaba dudando si decírmelo o no, y aunque no era algo que me gustará hacer, debía presionarla más.

─ vamos, Mimi; prometiste que me lo dirías

M: Pues si, pero es que...

─ Esta bien, no pasa nada si no quieres contarme, de todos modos sabía que no me lo dirías.

M: No.... Esta bien, te contaré. Pero no le digas a nadie que yo te lo dije.

─ lo prometo. ─ dije y levanté firme mi mano derecha.

M: Bueno... Verás, ayer cuando llegamos a Japón...

Flashback (Mimi) :

En el trayecto caminó a Nerima, el chófer tuvo algunos percances en el camino, tomó algunas desviaciones; la Señora Misaki un poco malhumorada, por el cansancio del viaje, no dudó en mostrar su descontento. Mimi trató de dormir un poco mientras llegaban a su destino, aunque le fue difícil, se distraía fácilmente viendo atravez de la ventanilla.

¡𝙍𝘼𝙉𝙈𝘼 𝙏𝙄𝙀𝙉𝙀 𝙐𝙉 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝙊!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora