Somos 3 - BeerMickMatt

3- Sorpresa

Toey y Tan estaban en shock.

Totalmente en shock ante la declaración de sus amigos. Los demás los veían super divertidos, ya era hora que se dieran cuenta de la relación de esos tres.

Matt y Mick abrazaban a su novio mientras se burlaban de la cara de sus amigos. Beer sólo tenía una sonrisa apenada, sus dos amigos no se habían enterado de la mejor forma.

Igual no podía culpar a Toey y Tan por sus caras, ver a sus dos amigos ,que para ellos tenían una relación monogamica, dejar que Beer los  besara y tocara había sido algo shockeante.

—¡¿USTEDES TRES SON PAREJA?!–

—Desde hace un año.- sonrió Mick.

Y ahí empezó el martirio para Beer, fue una hora de preguntado incessantes por parte de sus dos emocionados amigos.

—Pensamos que te quedarías solo Beer.- Toey sonrió.

—Pero al parecer tenias dos novios.–Tan sonrió.

—Viéndolos así de felices, no parece que intentaron separarlos.–Comentó Peem.

—¡No sabíamos!–Se defendió Toey.

Phum y Peem de vieron burlones.

—¿no les pareció raro que ellos tres aparecieran siempre juntos en las reuniones? ¿Qué tienen collares compartidos? ¿Qué los tres tengan la misma llave de casa? ¿Qué no paren de coquetearse en frente suyo?–Fang los miró incrédulo, aunque también algo divertido por la situación.

—Todos sabíamos, menos ustedes.- Q tomó un poco de refresco.

—Hasta Pun lo sabía.- Dijo Mick. Una protesta se escuchó.

—Teníamos miedo de como reaccionarian ustedes dos ante la noticia.- Beer suspiró.

—¿Por qué? Si Phum, Peem y Kluen también son pareja. –Dijo Toey normal.

Un silencio se armo.

—¡¿QUÉ?! - Se oyó fuerte.

Kluen intentó irse disimuladamente pero fue agarrado por Phum que lo puso en su regazo.

—¡¿COMO ASÍ QUE USTEDES TRES SON PAREJA?!- Q Exclamó ,ofendido de no saberlo.

—¡Pensé que se odiaban!- Tan Gritó.

—¡Bien guardadito se lo tenían!

—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

—CALLENSE PARA QUE HABLEN.- Fang los hizo hacer silencio.

Phum y Peem sonrieron. Kluen quería ser un avestruz para enterrar su cabeza en la tierra.

—Pasó hace un tiempo, Phum y yo queríamos hablar con Kluen sobre algo pero simplemente sucedieron cosas y ahora estamos así. –Explicó Peem sencillamente.

—Pobre Kluen.– Dijo Pun.

—¿Por?- Preguntó Toey curioso.

— Dos pepinos para un solo hoyo -Dijo fingiendo pena.–Aunque a Mick también le gusta de esa forma.

—¡PUN!–

Nadie quería esa imagen mental. Ahora no joven, tal vez mañana.

[....]

Los tres se echaron a la cama exhaustos, con toda la pereza del mundo pudieron quitarse los zapatos y acurrucarse los tres.

Beer como siempre en el medio y sus novios a sus costados.

Matt se acurrucó contra su novio mientras soltaba un suspiro de alivio, dormir era su actividad favorita del día.
Mick se abrazó a su novio mientras descansaba su cabeza en el pecho de este, amaba oír los latidos del corazón de su novio, lo acunaban muy bien y le daban mucho sueño. Con un sonrisa se acurrucó más.

Beer besó la coronilla de Matt y Mick, oliendo un poco el aroma suave a perfume que desprendían. Amaba dormir con sus novios, le daba mucha paz. Se sentía completo y sumamente feliz.

Ha sido un año muy curioso para la pareja. Desde que empezaron a salir hasta ahora, sus vidas han tenido muchos cambios. Han tenido problemas que parecían no tener salida pero juntos lograron sacar todo adelante. Y ahora iban a rentar un apartamento para los tres, oficialmente iban a ser convivientes, aunque prácticamente ya viven juntos.

Las madres de los tres chicos aún no estaban muy convencidos de que fueran a vivir juntos, pero los padres comprendían que quisieran su espacio. Un comenzar desde cero para formar su propio hogar.

Su propio hogar, los tres aún no podían creer que tendrían un hogar juntos. Estaban algo miedosos del futuro, una cosa era ser salientes y otra convivientes.

Pero eligieron no pensar más. Iban a dejar que todo fluyera, darían lo mejor de ellos y si estaba destinado a funcionar pues sería.

Aunque les daba nostalgia dejar el apartamento de Beer....
Pero su amor había crecido, necesitaban un nuevo hogar para desbordar el amor que aún tenían en su interior.

Con una sonrisa en el rostro, los tres cayeron rendidos ante los encantos de morfeo.

Mañana seria un día nuevo. Un nuevo día para amarse cada vez más, aprender y superarse.

Porque ellos eran 3.