Me levanté de la cama, algo perezosa y me dirigí a la cocina a ver qué podría comer. Vi una pizza sequisima y fría en la nevera, que sobró del cumpleaños de ayer.
Pasable.
Asi que me senté en la mesa y empecé a comermela.
-Hola, Eva.-oi decir a mí hermanita pequeña, Nuria.
Ella tenía el pelo oscuro y los ojos con un tono oscuro de verde.
-Hola, ¿como has dormido?-sonrei
Ella no contestó.
-¿A donde vas?
-Al hospital a ver a papá.
-¿Puedo ir?
-No, Nuria, todavía eres pequeña no te dejarán entrar.
Ella se fue a su cuarto y yo al mio.
Me puse mi unos vaqueros cortos rotos y una camiseta holgada blanca-mi favorita-y me peiné.Me hice una cola alta y empecé a maquillarme, yo no uso mucho maquillaje- corrector, colorete y rimel-.Me puse los botines y las gafas y me fui de mi cuarto cuando me rocé con mi medalla del campeonato nacional.A papá le gustaría verla...
No lo pensé dos veces, la cogí para meterla en el bolso.
El hospital de situaba a unas cuadras de mi casa así que tendría que ir andando.Cuando llegué a recepción no había nadie.
-...¿Discul...pe?- pregunté cuando vi a un hombre rubio agachado.
-¿Si?-salio a la superficie.
Me sonaba muchísimo su cara, en especial, sus ojos oscuros.
-Ehh...vengo a ver a mi padre, Roberto Castro Cooper.
El empezó a buscar información en su ordenador, tecleando estrictamente.
-¿Es una visita?
-Sí-me apresuré.
-¿Nombre?
Me señalé a mí misma porque pensaba que era a mí.El asintió con la cabeza.
-Eva Castro William.
Se quitó las gafas y me miró fijamente.
-¿Eva?
Miré en su cartelito que tenía colgado de la bata.
¡Mierda!¡Era Crhis! ¿Desde cuando trabajaba? ¡Pero si ha pasado un mes desde que no lo veo.Guapa, tiene tres años más que tú.
-Si, Chris, soy Eva, ¿y como te va con Ellie?-"pregunté" enfadada.
-La verdad, mucho mejor que contigo, si eso te parece una respuesta.-dijo serio y acercándose a mí.
Uffff, ahí te ha dado pero bien
No ayudas, conciencia.
-Bueno, ¿me dices ya la habitación de mi padre?
-Ese día te dolió el doble ¿no?-menciono refiriéndose a que ese día también me dejó él, haciendo un gesto con las manos de llorar.-Tu papaíto se hizo pupa y ahora no puede andar.Que ridículo.Su hija ha salido a él, estúpida y mansa.Oh, y ese día te enteraste de que tú noviecito Chris te ponía los cuernos, ¿no? Pobre de ti, si yo fuera tú, ya me habría suicidado. ¿Y tú medalla? Me da igual tu medalla, a nadie le importas Evita
Me desesperé.
-¡YA! ¡Como no me des ya la habitación de mi padre pongo una maldita denuncia!-336, que lo pases bien con sus últimos días, Eva.-sonrio.
Yo me encaminé a la habitación de mi padre, muy enfurruñada.Sibi al ascensor y empecé a hablar yo sola.
"Que si esto, que si lo otro, que si Ellie me da más amor que tú....¡Mierda!Maldito Chris.....NUNCA DEBI ESTAR CON ÉL...."
No pude evitar las lágrimas. Salí del ascensor secándome las lágrimas para que nadie se de cuenta y entre en la habitación de mi padre.
-¡Eva!
-Hola papá -sonrei como pude.
-¿Has estado llorando?
-N...no.
-Eva....
-No, papá estoy bien.