Capítulo 14

264 42 4
                                    

Narra Autor

Ubicación desconocida, Purgatorio

Se pueden ver una pequeña ciudad llena de demonios de distinta clase, desde rojos, grises y azules, hasta demonios con apariencias más humanas, todos parecen vivir una vida tranquila hasta de repente varia cantidad de explosiones a las afueras de territorios llamo la atención de los habitantes, quienes no pudieron evitar preocuparse al ver que se trata de un ataque por parte del clan de las Diosas. Varios demonios intentaban escapar mientras que los pocos con capacidad suficiente para defender sus tierras se lanzaron al ataque, peros los guerreros de las diosas son superiores en nivel de combate acabando rápidamente con la resistencia empezando a perseguir a los que intentaban escapar, un pequeño grupo de demonios logro salir de la ciudad pero a pocos segundos perdieron la vida por una repentina lluvia de espadas de energia turquesa, impidiendo que cualquier demonio pueda salir.

Una fuerte luz ilumino el cielo rojizo la cual duro unos pocos segundos para dejar ver a nuestro querido protagonista, quien tiene una mirada fria carente de emociones, aunque los más cercanos a él pueden deducir que este ataque no tiene ninguna relación con la forma de actuar del príncipe comprendiendo de que se trata de una orden que está cumpliendo por parte de su madre. Junto al príncipe del clan de las Diosas se encuentra el portador de la gracia del Sol con un mirada algo triste ya que no es de su agrado el derramar sangre, aunque él sabe y aprendió que esta es la única forma a expiar los pecados de los demonios y ayudarlos a renacer en un futuro como almas limpias y libres de maldad, los dos máximos exponentes en la jerarquía de las diosas que estan presentes en esta invasión se limitan a ver como sus camaradas se encargan de eliminar uno a uno a los demonios restantes, ya que estos no pueden escapar por la interminable lluvia de energia creada por Samael.

Mael: En verdad espero que sus almas puedan encontrar el perdón y reencarnar algo mejor –mencionó con un tono decaído demostrando su deseo que tras su muerte estas almas puedan encontrar paz, por otra parte el hermano de Elizabeth se mantiene estoico y en silencio, hasta percatarse de que no puede perder mucho tiempo en este lugar-

Samael: Mael... encargate rápidamente de los demonios restantes, no podemos perder más tiempo aquí o llamaremos la atención innecesariamente –dijo con monotonía, tratándose de una orden, mientras ve a una demonio femenina de cabellera grisácea herida en el suelo-

 encargate rápidamente de los demonios restantes, no podemos perder más tiempo aquí o llamaremos la atención innecesariamente –dijo con monotonía, tratándose de una orden, mientras ve a una demonio femenina de cabellera grisácea herida en el suelo-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mael: Como ordene, Samael-sama –mencionó con tono respetuoso-

El primogénito de la Deidad Suprema se mantiene en su posición y ve como el hermano menor de su amigo acabo rápidamente y de forma indolora con la demonio, ver este panorama de muerte y destrucción le trajo viejos recuerdos a nuestro protagonista, resultando que esta no es la primera vez que participa en una invasión al reino demoniaco, ya que lo hizo cuando aun Auriel seguía con vida, y fue bajo las ordenes de Nanashi. La imagen de una demonio femenina de cabellera rosa vino a su mente, resultando ser un gran paralelismos con lo que acaba de hacer Mael, ya que en ese entonces fue el quien tomo la vida de esa demonio con sus propias manos, aunque por alguna razon Samael no comprende porque ese recuerdo volvió a su mente y parece molestarlo más de lo que debería, dándole un mal presentimiento, aunque espera que solo se trate de eso y no tenga de que preocuparse en un futuro.

Reencarnando en Nanatsu no Taizai: Familia o DeberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora