Capítulo 20

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Narra Autor

Pueblo de Bernia, Britania

Nuestro querido protagonista ahora de corta cabellera grisácea se mantuvo cruzando miradas con el hombre por casi un minuto entero, la verdad pudo notar que no tiene malas intenciones, sino que se comporta de manera amable y sensata, preocupándose por las demas personas de la aldea, comprendiendo inmediatamente que él debe ser la figura con más autoridad en este lugar, así que tiene que intentar dar una mejor imagen. El primogénito de la Deidad Suprema desvió la mirada por unos pocos segundos, pensando que decir exactamente ya que no pensó exactamente que hacer de ahora en adelante, siendo lo más lógico el obtener informacion de la actualidad del mundo, por lo que se limitó a juntar sus manos apoyan sus codos sobre la mesa, ocultando su boca dejando a la vista su nariz y ojos.

Samael: No tienes de que preocuparte, llegue aquí por estar de paso, no tengo intenciones de hacerles daño a nadie de este lugar, aunque me gustaría que me puedan ayudar un poco con algo de informacion, ya que estoy bastante perdido –menciono con un tono respetuoso y tranquilo, llamando la atención del hombre a su lado, inclusive a los demas adultos del pueblo, mientras que los niños lo ven con curiosidad-

Hombre: Comprendo... si alguien necesita ayuda en normal que intentemos darle una mano –dijo con un tono amable, mientras toma asiento en la silla de enfrente de Samael, para luego hacer un gesto a las personas de que puedan continuar con lo suyo y no se preocupen-

Antes de que alguno de los dos pudiese iniciar un dialogo, se acercó a la mesa la misma mujer que lo escolto hasta este lugar sosteniendo una gran bandeja con grandes cantidades de comida, mientras que a su lado esta su hijo trayendo en sus manos un gran recipiente de madera conteniendo un extraño liquido espumoso, desconocido para el antiguo príncipe del clan de las Diosas. Madre e hijo dejaron la comida y bebida para acto seguido retirarse no sin antes recibir un agradecimiento sincero por parte de nuestro protagonista, quien empezó a comer inicialmente con tranquilidad, para acto seguido por obra del hambre empezar a devorar la comida ya que es la primera vez en su vida que prueba algo como esto, siendo totalmente delicioso para su paladar, luego se dispuso a probar por primera vez la bebida, llevándose una peculiar sorpresa, ya que aunque el gusto era muy diferente con ligera mezcla de dulce y amargo, también es muy refrescante. El dirigente del pueblo sonreír y reírse un poco ante el comportamiento del antiguo dirigente del ejercito de las Diosas, ya que es la primera vez que ve a una persona comer de una forma tan desesperada, dudando incluso del tiempo en que el joven de cabellera gris tuvo sin comer, aunque tiene curiosidad de saber que ocurrió con él, al ver el estado deplorable de sus prendas, aunque en las zonas visibles de su cuerpo no puede apreciarse ninguna herida, nada más que manchas de suciedad, en manos y pies.

Hombre: Dijiste que necesitabas informacion... ¿de qué clase? –pregunto con un tono tranquilo, aunque su intención es clara y directa, aunque no se trate de un ataque a Samael, es muy normal mantener distancia y desconfianza a lo desconocido, en especial viendo el hecho de su condición y como llego hasta este lugar-

Samael: La verdad me gustaría saber dónde estoy exactamente y tener puntos de ubicación de lo que podría encontrar... fui sincero al decirte que me encuentro perdido, no poseo nada para guiarme como referencia, se podría decir que el mundo es completamente diferente a pesar de conservar gran parte de su belleza –mencionó con un tono tranquilo, despertando un poco la curiosidad del hombre, ya que no esperaba esa clase de respuesta, tratándose de algo como esto no es problema en brindar informacion a un simple viajero, aunque también queda el hecho de su estado, algo de lo que nuestro protagonista se percató al ver la mirada del hombre de reojo, mientras termina de comer-

Hombre: No será problema el mostrarte uno de los viejos mapas de mi padre para darte unos puntos de referencias, aunque la verdad las cosas cambiaron para un mapa de casi veinte años... creo que tu ropa esta en las mismas condiciones –expresó con un tono bastante amigable intentando ser un poco cómico, al ver la expresion tan estoica en el rostro del joven de corta cabellera grisácea-

Reencarnando en Nanatsu no Taizai: Familia o DeberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora